MATEO’S BAPTISM (II)
Después de enseñaros los regalitos que preparamos para los invitados, hoy por fin puedo compartir con vosotros todos los detalles decorativos del bautizo de Mateo. Una fiesta que el equipo de Macarena Gea; bodas y algo más diseñamos con todo el mimo del mundo para hacer de esta ocasión un día inolvidable para toda nuestra familia y un recuerdo bonito que poder compartir con Mateo dentro de unos años. Además, por si no era un día suficientemente emotivo de por sí, para mí fue una verdadera pasada el poder disfrutar, por una vez también como invitada, de uno de nuestros montajes.
El domingo 30 de noviembre bautizamos a Mateo en la Iglesia de San Juan del Hospital de Valencia, el mismo lugar en el que David y yo nos casamos hace ya algo más de cinco años. Después de la ceremonia, nos trasladamos a pie al cercano y preciosísimo Caro Hotel en cuyo restaurante Alma del Temple (elegido recientemente por la prestigiosa editorial Taschen como uno de los diez restaurantes más bonitos del mundo) disfrutamos de una deliciosa comida en un ambiente acogedor, familiar y 100% otoñal. Si habéis visitado el hotel conoceréis de sobra el encanto de este tesoro en pleno centro histórico de Valencia en el que conviven el antiguo palacio del Marqués de Caro, las ruinas de la antigua muralla árabe de la ciudad y, por supuesto, los nuevos espacios diseñados por el interiorista Francesc Rifé.
Como algunos ya sabéis, hace algunas semanas firmamos un contrato por el cual Macarena Gea; bodas y algo más diseñará en exclusiva todas las bodas que se celebren en el Caro Hotel así como cualquier otro tipo de evento para el que solicitéis nuestros servicios. Éste ha sido uno de los grandes noticiones de este 2014 así que no podíamos escoger otro lugar para celebrar un día tan especial.
Pasando ya a los detalles concretos de la celebración, puedo contaros que todo el diseño giró alrededor del otoño. Buscamos materiales y colores que diesen forma a uno de esos ambientes cálidos y acogedores que tanto apetecen y se disfrutan en esta época del año. La madera natural envejecida de mesas, sillas y toneles (que, como el resto de elementos, trajimos ex profeso para la ocasión) combinaba a la perfección con las ruinas de la muralla y el arco gótico que presiden el salón. Los toques negros de portavelas y servilletas daban el mismo contrapunto que el zócalo que recorre todo el espacio separando las ruinas de las intervenciones contemporáneas. En las mesas, un camino central de hojas de eucalipto, roble y solidago salpicado por velas (algunas de ellas metidas en manzanas), pajarillos y granadas. Rematando el conjunto, bajoplatos de ratán, vajilla de cerámica esmaltada y marcasitios que personalicé a mano a base de hojas secas.
Otra zona importante de la fiesta fue el buffet de postres que realizamos sobre una base compuesta por dos toneles antiguos y un tablón de madera. En la pizarra luminosa (hecha a mano) detallamos todas las maravillas dulces que pudimos degustar tras la comida; todas ellas presentadas en un menaje que combinaba madera, cerámica y vidrio soplado. Sobre la mesa, algunos frutos de temporada como nueces, granadas y castañas y, presidiéndola, el nombre de Mateo en letras de cartón que pinté en colores otoñales y en las que se posaron también un par de pajarillos. Bajo todo el conjunto colocamos un gran cesto con manzanas y el mismo tipo de hojas utilizadas en los caminos de mesa.
La última zona que diseñamos fue el rincón de firmas. Presidido por un sillón orejero naranja y una mesita cubierta por una amorosa manta de ochos de lana, este espacio fue el elegido para que los invitados pudiésemos dejar un bonito recuerdo a Mateo. Allí dejamos una cámara instantánea, fichas de firmas, bolígrafos y pincitas de madera para poder dedicar al verdadero protagonista nuestras fotos preferidas del día. Al terminar el bautizo, esa maleta antigua acabó hasta los topes de fotos y palabras llenas de emoción que sin duda serán el mejor regalo para Mateo cuando, dentro de unos años, podamos contarle la historia de su bautizo.
Ahora que ya os he contado los detalles de la celebración, llega el momento de los agradecimientos. Mil gracias a Caro Hotel & Alma del Temple, Ikea España, La Tartana, Majoses, Cocotte, Senchermés, Lluch & Soler, Selfpackaging, Olivia Soaps, Mr Wonderful, Miss Wood, y Menudas Letras por su amabilidad y por formar parte de uno de nuestros montajes más especiales. Gracias a Zoe y Rafa por haberse cruzado en nuestro camino pasando de clientes a amigos y por compartir nuestras locuras. Y por último, un GRACIAS con letras mayúsculas y de neón para mi querida Pili que, no contenta con ser una de mis mejores amigas desde hace años, hace unos meses pasó a ser mucho más convirtiéndose en la pieza clave de mi día a día. Pili es ahora mi amiga, mi socia y mi “Pepito grillo”. Es lo que necesitaba para ordenar y sobrellevar mi variado día a día. Juntas somos mejores y estoy segura de que este bautizo no ha sido más que el principio de todo lo que nos queda por hacer. Pili; ya sabes que te quiero, te admiro a tope y nunca podré agradecerte lo suficiente todo lo que haces por mí cada día. No sé que haría sin ti.
Y después de toooodo el rollo que os he soltado (perdonad, pero es un post lleno de emociones) os dejo con las imágenes del resultado final. ¡Espero que os guste cómo quedó todo! Un besazo enorme y feliz viernes
diseño y producción: Macarena Gea; bodas y algo más
fotografía: Senchermés
