Basado en hechos reales: el móvil en la mesa


Los móviles han revolucionado la vida de todo el mundo, y la verdad que para bien. Pero el nivel de enganche es absoluto, no creo que haya nadie que salga a la calle sin su móvil, da igual que se nos olvide en casa todo, pero si se nos olvida el móvil, volvemos a por él seguro. Los móviles nos hacen la vida más fácil, nos hacen de GPS, nos acercan a la gente, nos hacen la función de cámara, nos sirven para escuchar música pero: ¿para qué cojones sirven cuando estamos comiendo? No hay nada que odie más, que un móvil encima de una mesa. Date un paseo por cualquier terraza y verás la cantidad de móviles que hay encima de la mesa. A veces pienso que dentro de poco pondrán en los restaurantes el plato, cubiertos, a la izquierda el platito del plan y a la derecha un posa móviles. O mejor directamente, podrían haber mesas sólo individuales en las que en la silla de delante no estuviera tu amigo, novia, madre, tía...sino que hubiera una pantalla en la que conectaras tu móvil al llegar al restaurante y pudieras interactuar con tus redes sociales, pudieras hacer un facetime o pudieras contestar emails. Y es que con el poco tiempo que tenemos en estos tiempos, que siempre vamos corriendo, que estamos trabajando, lo poquito que tenemos para hablar con los de nuestro amigos/familiares es cuando nos sentamos alrededor de una mesa. No solemos quedar para pasear, sino que solemos quedar para tomar algo y ese ratito en la mesa es el único en el que no hay nada que hacer salvo hablar.
ESO ES: MENTIRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!

El otro día estaba en una mesa comiendo con unos amigos, mientras todos miraban sus teléfonos yo hacía mentalmente la lista de la compra, pensaba en las series de running que haría esa tarde y organizaba lo que tenía que hacer cada día de esa semana. Y por supuesto, que quien esté libre que tire la primera piedra. Yo soy la primera que lo hacía, hasta que me di cuenta de todo lo que nos perdemos por culpa del móvil. Dejamos de mirarnos a los ojos para mirar a una pantalla, dejamos de oír la voz de que está a nuestro lado por leer un tweet, dejamos de tocarle la mano a nuestra compañía por un emoticono de cara con corazón del whatsapp, dejamos de escuchar historias por mirar el gatito de youtube... todo eso, mientras comemos!!!!! Por eso, cuando me siento en la mesa no saco el móvil del bolso, ya se junten el cielo con la tierra. Y si por cualquier casualidad no llevo bolso, lo pongo encima de la mesa bocabajo y si puede ser en silencio. Inténtalo tú y obliga a tus amigos a hacerlo, yo siempre pienso que en los restaurantes debería haber una cajita en cada mesa, en la que todos los comensales al llegar metieran su móvil dentro, ¿os lo imagináis? La gente volvería a hablar, tendríamos conversaciones y no te sentirías inútil haciendo la lista de la compra mientras todo el mundo está mirando su teléfono. La próxima vez que estés en una mesa comiendo con gente, antes de sacar el móvil piensa: ¿se va a caer la bolsa de Nueva York si no miro ese whatsapp? Si la respuesta es NO, olvida el móvil y disfruta de la compañía...Recuerda, hay vida más allá de las notificaciones del whatsapp.

¿Y TU MÓVIL DÓNDE ESTÁ CUANDO ESTÁS EN LA MESA?
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