¿Por qué las francesas no engordan?

Porque no se obsesionan. Éste es el resumen del best seller que, con éste título, publicó hace años Mireille Guiliano. La cuestión es que vivimos obsesionados con todo en general, y con la moda en particular. Si se llevan los pantalones pitillo, pitillos para todos. Si se llevan acampanados... ¡qué suenen las campanas!
Sin embargo, las francesas no se obsesionan, llevan en su adn un chic que encandila al resto de mortales: un estilo perfectamente desorganizado, exquisitamente básico y sencillo, que tan obsesionada me tiene. (¡vaya hombre! mal empiezo)
Y ¿por qué digo yo que es tan especial ese estilo desaliñado, con aire de elegancia despreocupada y sin apenas maquillaje?

Porque sólo ellas son capaces de poner en práctica verdades como puños y sacarnos al resto de las mujeres de falsos mitos que, en vez de encumbrarnos, entorpecen nuestros movimientos. ¿A qué me refiero con ésto?... Seguid leyendo que me vais a dar la razón.

MITO: 'Los tacones son sexies'; ¡Falso! Lo que hace sexy a un par de zapatos es su línea y el grado en que nos permiten andar con gracia; no la altura de sus tacones. Y es que no sirve de nada llevar taconazos si no sabes andar con ellos. Los andares a trompicones son de todo menos sexies, mejor unas bailarinas o unos blucher.

MITO: 'Zapatos y bolso han de ir a juego'; ¡Falso! La coordinación es un crimen para las francesas. Anteriormente, nuestras madres combinaban los zapatos con el bolso, y hasta el último detalle tenía que coordinar. Hoy en día todo se mezcla entre sí, nunca debemos de comprar un conjunto por completo, tenemos que ser de espíritu libre, recordad, "perfectamente desorganizadas" si no queremos ponernos 10 años más encima.

MITO: 'Para presumir hay que sufrir'; ¡Falso! La comodidad también es un aspecto importante: "el secreto para tener buen estilo es sentirse cómoda con lo que llevas puesto" ¿Cuántas veces hemos cometido el error de estrenar zapatos un el mismo día de un evento importante? ¿Cuántas veces hemos llevado un maravilloso vestido con la espalda descubierta y hemos estado sufriendo por el sujetador multitiras que asomaba por todos lados al bailar?

Este verano, voy a poner en práctica la actitud parisina, y voy a dejar de obsesionarme. Os cuento la experiencia en septiembre y día a día a través de mis redes sociales... ¿Os apuntáis?