Es increíble el subidón que sentimos cuando descubrimos un clonazo de alguna de las marcas inalcanzables para nuestros bolsillos, y ya es inigualable el resplandor que nos llega del propio clon desde la estantería de la tienda cuando vamos a por él a comprarlo ¡Menudo subidón!
Así que ahí vamos a por ellos: