DESEAR - PEDIR - LOGRAR
HOY ME ABRO. Quiero que me conozcan para que éste mensaje los inspire. Quiero se sepan quién les escribe y que todos los que piensan -o pensaron- en bajar los brazos, me escuchen. Sigan leyendo...
Desde que nací, vivo entre óleos, vitrales, visitando talleres y rodeada del amor de una mamá que siempre me enseñó y fomentó el valor de la expresión (como buena artísta plástica que es) En algún momento de mi vida, no creí posible vivir de la creación y me desvié del camino. Mi corazón se apagó. Me convencí que la oficina era mi cancha, y como buena capricorniana, me planteaba desafíos inconquistables, pues, ni mi alma ni mi cerebro estaban hechos para el ámbito empresarial.
Por allá en el 2010, un accidente me hizo ver lo equivocada que estaba. Un desmayo, un golpe en la cabeza y una vértebra partida, desencadenó cirugías, no poder caminar y reposo, tiempo en el que entendí que podría haberme ido sin honrar la vida. Y ese día todo cambió...
Volví al arte, volví a estudiar. Hoy, mis ojos arden ante las imágenes. La cámara es una extensión de mi cuerpo y la ropa, mi herramienta de expresión, ¡y brillo, bailo, respiro y vivo tan fuerte cuando lo hago!
Este llanto que contengo ahora, es de felicidad. Felicidad por haber encontrado mi camino...
Y en este camino, me encontré con un nuevo desafío, una idea que nació a la luz del último eclipse de luna y necesitaba resolver para ustedes. Quise encontrar la forma de transformárnos en nuestro deseo. Quise dar con un recordatorio del camino que elegimos y queremos seguir.
Así nació mi Contenedor de Deseos.
¿Cómo funciona? Te vas a encontrar con un collar. Lo que verás dentro, es cuarzo y amatista, piedras energéticas que protejerán tu pedido. También vas a ver un papiro. Lo que tenés que hacer es escribir tu deseo, lo que queres cambiar, la letra de una canción o esa frase que necesitas con vos siempre. Vas a abrir el contenedor, introducir tu pedido, cerrarlo y colgarlo en tu cuello. ¡Así de simple!
Por allá en el 2010, un accidente me hizo ver lo equivocada que estaba. Un desmayo, un golpe en la cabeza y una vértebra partida, desencadenó cirugías, no poder caminar y reposo, tiempo en el que entendí que podría haberme ido sin honrar la vida. Y ese día todo cambió...
Volví al arte, volví a estudiar. Hoy, mis ojos arden ante las imágenes. La cámara es una extensión de mi cuerpo y la ropa, mi herramienta de expresión, ¡y brillo, bailo, respiro y vivo tan fuerte cuando lo hago!
Este llanto que contengo ahora, es de felicidad. Felicidad por haber encontrado mi camino...
Y en este camino, me encontré con un nuevo desafío, una idea que nació a la luz del último eclipse de luna y necesitaba resolver para ustedes. Quise encontrar la forma de transformárnos en nuestro deseo. Quise dar con un recordatorio del camino que elegimos y queremos seguir.
Así nació mi Contenedor de Deseos.
¿Cómo funciona? Te vas a encontrar con un collar. Lo que verás dentro, es cuarzo y amatista, piedras energéticas que protejerán tu pedido. También vas a ver un papiro. Lo que tenés que hacer es escribir tu deseo, lo que queres cambiar, la letra de una canción o esa frase que necesitas con vos siempre. Vas a abrir el contenedor, introducir tu pedido, cerrarlo y colgarlo en tu cuello. ¡Así de simple!
Mi deseo para Uds. es que, si no lo hicieron aún, encuentren ESE CAMINO, la ruta hacia hacer con nuestra vida lo que está marcado para uno. Les deseo que encuentren su pasión. Les deseo fuerza, empuje, energía, prosperidad, persistencia y resistencia ante los rechazos y errores.
Quiero que usen mi contenedor. Ésto fue pensado para USTEDES. ¡PIDAN! Pidan, que el Universo y el amor con que encaren la vida lo volverá realidad.
Trabajen en su deseo. Transfórmense en el. Les juro que se puede...
¡Con todo el amor del mundo! Natu.
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