Os pongo en situación: cualquier día de la semana, después de leer un poco en la cama, hora de dormir y apagar las luces, toca oír cualquiera de estas frases:
- Mamá, me duele la barriga.
- Mamá, tengo sed.
- Mamá, no tengo sueño.
- Mamá, tengo calor.
- Mamá, llama a Papá.
- Mamáaaaaa, ven, se me ha olvidado decirte una cosa..
Por supuesto, esta lista es sólo una pequeña selección, existen muuuchas variantes..
Creo que, con una cama como éstas, ningún niño va a tener que buscarse una excusa para irse a la cama enseguida, seguro que irá flechado sin protestar ni alargar el momento de cerrar los ojos... Pura maravilla.
¡Me imagino ya a mi peque pidiendo a gritos la caravana!