Desde Londres con amor...
A pesar de los rumores que corren por ahí, el mundo es un lugar repleto de cosas bonitas: objetos maravillosos, detalles delicados, instantes irrepetibles, luces que dibujan paisajes, lugares para el recuerdo... Hoy me gustaría regalaros esos deliciosos instantes, esas cositas mágicas que me he traído desde Londres y que cuando abro el álbum de recuerdos, me hacen sentir algo muy parecido a la felicidad...
Momentos únicos, especiales... Como tomar un tentempié en la preciosa bakery que espera junto a la boca de metro White Chapel...
Entrar en
Hackett, cerrar los ojos y sentir el olor de la lustrosa madera, el tacto del tweed y el susurro de metros recorriendo las medidas de señores con bombín...
Pasar por
Anthropology y enamorarse de cada corner...
...de las tazas con patitas de porcelana...
... de sus rodillos de colores...
De un brinco aparecer en
Liberty y encontrar una rosa que te observa desde un viejo y destartalado taburete...
...enamorarme de sus lámparas con pajaritos de bellos colores...
Subirme en sus alas y volar hasta el dulce universo de
Fortnum&Mason...
...sucumbir a dulces rescatados de otra época...
a su packaging prodigioso...
Descubrir los detalles sorprendentes de
Charbonnel&Walker. Sus jabones decorados...
...sus exclusivas líneas de maquillaje...
... su romántica puesta en escena...
Preludio de una visita al templo de la delicadeza:
Ladureé.
Para después acabar envuelta en la vorágine de
Harrods, degustando su cerveza...
... y su exquisito pollo asado con verduras...
Al final del día, como en un cuento de las hermanas Brontë, la lluvia y la noche caen a partes iguales sobre los tejados de Londres... Espero que, como a mí, este paseo por mis momentos bonitos os haya hecho sentir algo parecido a la felicidad... ¡Hasta pronto!