Cómo aplicar un efecto mate o vintage a una foto

Está muy de moda hacer fotos con un efecto mate o vintage, tan de moda que a veces resulta ya empalagoso… ejem. Pero sin abusar de él puede resultar muy bonito en según qué fotos, porque no todas son adecuadas para ello. Aunque sin duda un buen bodegón culinario tiene todas las papeletas de que le siente bien. Así que vamos a ver cómo aplicarlo, porque es muy fácil.

Lo del efecto mate viene de la fotografía analógica, de las copias en papel fotográfico que con el tiempo van perdiendo contraste y uniformizando los tonos. Este hecho, que no es más que la degradación del papel, da un aspecto nostálgico y romántico a las fotografías.

Hay muy diversas formas de aplicar este tipo de efecto mate a una fotografía digital, vamos a hablar aquí de un método concreto, pero hay muchos más e infinitas variaciones sobre el mismo tema. El objeto fundamental es matar contraste y colores, lo que se puede hacer aclarando los tonos oscuros y oscureciendo los tonos claros. Hay que hacerlo observando en todo momento cómo evoluciona el histograma, así que os recomiendo que antes leáis nuestro artículo del histograma para torpes.

Vamos a usar Adobe Camera Raw y Photoshop. Empezaremos por abrir nuestra fotografía con Adobe Camera Raw y aplicar todos los ajustes básicos de imagen de los que ya hablamos. Una vez que tengamos una imagen nítida, bien encuadrada y equilibrada, con un histograma fetén, podemos pasar a procesarla en Photoshop. Para apreciar bien el efecto he aplicado un contraste acusado a mi imagen de partida.

La imagen tiene luz lateral de una ventana y sombras acusadas porque no he usado ningún difusor, como indicábamos en nuestro artículo de iluminación para fotos culinarias. He elegido una gama de colores que ya es un poquito vintage de por sí. Observemos el histograma: llega a ambos extremos, lo que quiere decir que tenemos tonos claros y tonos oscuros, aunque en zonas pequeñas de la foto (por eso el histograma en ambos extremos es bajito, no hay muchos píxeles con esos tonos, pero los hay).

Lo primero que hacemos es aplicar una capa de curvas para eliminar las sombras profundas. Pinchamos en el icono con forma de galleta (Capas) de la parte inferior derecha, se nos abre un menú de opciones de capas y seleccionamos Curvas. Aparecerá una capa nueva encima de nuestra imagen original, en la paleta de Capas (derecha de la imagen).

Con la capa de Curvas seleccionada (si no está resaltada, clicamos sobre ella), en la parte izquierda de la pantalla tenemos la pestaña de Propiedades, que como tenemos la curva seleccionada, mostrará las que le corresponden. Veremos una línea diagonal sobre la curva; ponemos el cursor en su centro y clicamos; esto añade un punto de anclaje a la curva para que esa parte no se mueva. Queremos modificarla, pero no que varíen los tonos medios, en este paso solo vamos a variar los tonos oscuros o sombras. Clicamos en el punto final de la diagonal, en el extremo izquierdo de la curva, y lo subimos; observaremos que de inmediato se nos aclaran las sombras.

En la imagen anterior vemos el efecto que hemos introducido. Es sutil, pero de momento es suficiente, fijaos en la sombra de la manzana sobre la navaja. Siempre podemos volver atrás para modificar los efectos, para ello están las capas. Si comparamos el histograma ahora con el de la imagen sin modificar vemos que su extremo izquierdo se ha desplazado hacia la derecha. Hemos eliminado los tonos más oscuros que había.

Ahora vamos a aplicar una capa de Niveles. Al igual que antes, clicamos en la galleta y seleccionamos Niveles. Aparece una capa de niveles en la paleta de capas de la derecha. Volveremos a fijarnos en la pestaña de Propiedades de dicha capa. Vemos que aparece el histograma de la imagen. Manipularemos lo que se llama Niveles de salida, la barra degradada que está bajo el histograma del ajuste. Los deslizadores nos permiten aclarar los negros (el de la izquierda) y oscurecer los blancos (el de la derecha), por lo tanto, rebajar el contraste.

Movemos el deslizador de la izquierda hacia la derecha, aclarando los tonos oscuros, y el deslizador de la derecha hacia la izquierda, oscureciendo los tonos claros. Así obtenemos una imagen mate, con un histograma que aparece apelotonado en el centro; comparadlo con el de la imagen original, que es el que aparece en las Propiedades, encima de él. Esto quiere decir que toda la foto tiene tonos medios. En todo momento podemos comprobar el efecto de las capas clicando en el ojito que está a la izquierda de cada capa, que activa y desactiva su efecto.

Después de ajustar la pérdida de contraste a nuestro gusto podemos aplicar un filtro de color o una capa de color uniforme, para hacer la imagen más cálida, por ejemplo. Vamos a verlo.

Clicando como antes para que aparezca el menú de Capas, seleccionamos la opción Color uniforme. Vemos que aparece una nueva capa en la paleta, Relleno de color, una capa de color que se ha colocado sobre la foto (pues no la vemos) y un cuadro de diálogo donde podemos seleccionar el color o tono que queremos superponer sobre la imagen. Moviendo los deslizadores de la barra de colores seleccionamos la gama de colores; clicando sobre el cuadrado de color elegimos el tono de la gama. Elegimos un tono naranja-ocre.

Clicamos en Ok y la capa de color opaco se aplicará a nuestra foto. Ahora tenemos que hacerla transparente, hasta el punto que más nos guste; es como si pusiéramos un acetato coloreado y translúcido encima de la foto. Y, ¿cómo? Pues modificando la opacidad y el modo de fusión.

Hemos movido la capa de color hasta ponerla encima de las capas de niveles y curvas, para que el efecto de color se aplique encima de los efectos de contraste. No hay más que poner el cursor encima de la capa, mantener pulsado el botón izquierdo del ratón y arrastrarla a dónde queramos colocarla.

Seleccionando el modo de fusión Luz suave en el desplegable la capa se vuelve traslúcida, pero el tono de color aplicado permanece. Ahora podemos jugar con la opacidad de la capa, modulando su efecto. Modificamos la Opacidad a un 60%, por ejemplo. La capa de color no solo varía los tonos, sino que contribuye a reducir el contraste aún más.

Y ya tenemos un efecto mate o vintage aplicado a la foto. Podemos jugar con las opacidades de las tres capas aplicadas y modular su efecto a nuestro gusto. ¿A que queda bonito? Hala, a jugar.

Referencia: Christina Greve

La aplicación de estos efectos se puede automatizar en Photoshop, de forma que se apliquen estas capas como un efecto único pulsando un solo botón, en forma de lo que se llama acción. Pero eso ya lo veremos en otro capítulo. De momento os dejo practicando cómo aplicar el efecto mate o vintage.

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