fruta fresca

Una de las cosas que más me gusta del verano es poder saborear los productos de la temporada: melón, sandía, melocotones y ciruelas son mis frutas favoritas. Tanto que llevo todo el año deseando que el verano se acerque para poder degustarlas. Ayer por la tarde, aprovechando la luz que entraba en el salón de casa, improvisé un pequeño rincón en la que la fruta y sus colores tan refrescantes eran los protagonistas. Una pequeña bandeja marroquí y unos boles turquesas y blancos me bastaron para presentar la merienda, que como veis, fue muy sana y equilibrada. Para lograr un ambiente veraniego os recomiendo utilizar tonalidades claras, fibras naturales y alguna pieza que ponga el punto de color, en este caso, ha sido la cerámica turquesa y los cojines situados en un segundo plano.

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¿Qué os ha parecido el post de hoy? ¿Os parece buena idea introducir color en la decoración veraniega?