Helado de Mango Manila

Mi amiga Teresa Vigón está de vuelta una vez más en Asturias. Cada vez que vuelve de Méjico me trae productos que nunca había visto o probado lo que me hace indagar, descubrir recetas y acercarme a la cultura y gastronomía mejicana. Para muestra podéis ver aquí el precioso Molcajete, o aquí Epazote y aquí Mole Negro Oaxaqueño. No sabes como te lo agradezco!!!! En su Face siempre nos cuenta y enseña sus andares por ese maravilloso país lo que a mí, y me consta que a mucha gente, me resulta interesantísimo, gracias Tere.

Cuando publiqué mi receta de Tortos con Chosco y Mermelada de Mango, le comenté que a veces el sabor del Mango me resultaba un poco metálico y me explicó que es debido al transporte en las bodegas de los barcos donde pierden parte de su contenido en azúcar. Después de esta conversación, como no podía ser de otra manera !!porque ella es así!! me ha traído, entre otras cosas que ya os contaré, unos exquisitos mangos.

Es la bomba!!!, en este caso de dos variedades (ni idea que existían) Manila, con una textura mucho más fina y de color exterior verde, una exquisitez y Ataúlfo que es la que en general podemos comprar aquí. Hoy toca Helado con Mango Manila, con la otra variedad, repetiré la mermelada que ha tenido mucho éxito.

Helado de Mango Manila: (un molde rectangular de 20 cms y un moldecito)

2 Mangos Manila o la variedad que encuentres
300 gr. de Nata Líquida >35 % M.G. Central Lechera Asturiana
3 Claras de Huevo a Punto de Nieve
150 ml. de Azúcar
150 ml. de Agua
1/2 Vaina de Vainilla

Preparas un almíbar con el azúcar y el agua. Lavas el mango, para cortarlo tienes que tener en cuenta que su semilla está en el centro, es larga, deberás de cortarlo chaciendo dos cortes trasversales uno a cada lado de la semilla. Practicas a cada una de las partes cortes horizontales y verticales y con una cuchara extraes la pulpa que introduces en el procesador, añades el almíbar. Pasas por el chino o un colador no demasiado fino. Reservas en la nevera.
Montas la nata, añades la crema de mango mezclandola con cuidado que no se te baje la nata. Incorporas las claras montadas ayudándote con la lengüeta. Viertes en el molde que más te guste y reservas en el congelador al menos 3 horas.

Un lujazo, es cierto, su sabor y textura no tienen nada que ver con los que encuentro aquí, me han encantado. Espero que os guste, bsss

Nota:los platos y moldes son de Lisboa ¿os acordáis?