Por motivos de trabajo que ya les contaré viajé a la china hace dos meses. Las reacciones fueron diversas pero principalmente mucha emoción de estar en un lugar tan desconocido. Los primeros días estuvimos cerca a la ciudad de Guangzhou. Hacia un calor tremendo, era pleno verano. Parecía estar en Sri Lanka o en algún lugar del sud - este asiático. Mucha vegetación y harta fruta desconocida pero deliciosa.
Los contrastes son espectaculares. Un pueblo anciano al lado de mega estructuras. Concreto de grandes dimensiones junto a arboles y enredaderas que atraviesan todo lo que está a su paso. Artesania milenaria y estaciones de trenes absolutamente contemporáneas. Para el que viene a hacer turismo hay mucho para hacer.