Los dos colores funcionan juntos a la perfección, eso si, el gris en toda su gama predominante y el amarillo sólo en pequeñas dosis en accesorios o en detalles del mobiliario. El amarillo junto al blanco y a la luz natural, rompen con la monotonía de los grises, dando un toque moderno y fresco a una decoración que podría ser más de ‘invierno’. Si además utilizamos en la decoración muebles de estilo danés de los 50 -60, en maderas nobles naturales (como en este piso) o muebles de inspiración vintage, la atmósfera que conseguiremos será muy del estilo ‘Mad Men’ es decir, con aires del modernisto (mid-century modern) del siglo pasado, muy de moda curiosamente en la actualidad. ¡Feliz martes!