¿Por qué nos gusta leer los horóscopos?

Ahora que se acerca el inicio de un nuevo año… nuestras ansias por saber que nos va a deparar… hace que nuestra curiosidad se dispare y consultemos el horóscopo más asiduamente. Sin embargo, este “fenómeno” no es estacional y, somos mayoritariamente las mujeres (aunque nos cueste reconocerlo) quienes solemos chequearlo habitualmente. Porque… aunque evidentemente no nos creamos al pie de la letra sus predicciones… a veces buscamos encontrar una respuesta a ciertas preguntas existenciales, entre las que el amor es el principal centro de atención.

Asimismo, a lo largo de unas cuantas décadas de existencia, hemos podido comprobar que esas predicciones nunca funcionan. Pero aún así… no tardamos en volver a esperar que en las predicciones para hoy, esta semana, este mes o el año que viene, haya algo de verdad.

Para quitarle un poco de hierro al asunto… lo cierto es que leer el horóscopo podría compararse con creer, cuando éramos niños

, en los Reyes Magos. Esos seres mágicos que eran capaces de traernos todo lo que deseábamos. Y quizás por eso, de adultos esperamos que los astros también nos traigan lo que más queremos: salud, amor y trabajo.

Lo curioso del tema es que aunque el horóscopo no anuncie exactamente lo que nos va a pasar… siempre trae consigo buenas noticias. Nunca te dice que te vas a poner enfermo, que tu pareja te va a dejar, etc… Simplemente los eventos demasiados oscuros quedan desterrados de sus párrafos. Y este hecho comporta que nos “enganchemos” más a sus buenas nuevas.

Los horóscopos son como nuestros sueños y nuestras ilusiones. Por ello, solemos consultarlos cuando estamos enamorados y queremos saber si la relación irá por buen camino, o cuando estamos en paro y esperamos que nos diga “próximamente recibirás una llamada de una empresa que está interesada en tus servicios” o cuando tenemos dudas sobre algún proyecto. En cualquier caso, siempre los leemos interpretándolos a nuestro favor, en función de las situaciones que estemos viviendo en ese preciso momento. Por ello, y si no se corresponde con nuestra realidad, automáticamente no le prestamos atención y cambiamos a otro horóscopo más favorable.

Por otro lado, resulta curioso como las civilizaciones ancestrales utilizaban el horóscopo para dividir el tiempo en años, meses y horas. Y como se guiaban por los astros para saber si debían librar batallas o si las cosechas serían abundantes… Sin embargo, fue a finales del siglo XIX cuando el horóscopo fue invitado progresivamente a formar parte de las grandes cabeceras de la prensa popular y de las revistas femeninas, debido a nuestro narcisismo incipiente y a nuestra necesidad por “saber más de nosotros”. Porque en definitiva el horóscopo nos define y nos hace previsibles. Es decir, “los Capricornio son solitarios”, “los Libra creativos e idealistas” y “los Tauro fiables y firmes”. Pero no nos engañemos… los signos astrológicos sólo describen rasgos de carácter y tendencias de comportamiento comunes a todas las personas.

Así que aunque en algunos casos consultar el horóscopo se haya convertido en una “tradición”, no tenemos que olvidarnos que nuestra vida está por encima de estas predicciones sin base empírica. Nuestro futuro sólo depende de nosotros y no de “la influencia de Saturno en nuestro signo o del estado retrógrado de Plutón”… jajajaja

Sin más, quedémonos con lo bueno como “ansiolítico”, y pasemos de sus vaticinios inconscientes e irracionales. Lo que pasará durante el 2015 aún está por ver…

  • Love
  • Save
    Add a blog to Bloglovin’
    Enter the full blog address (e.g. https://www.fashionsquad.com)
    We're working on your request. This will take just a minute...