Y TODO CAMBIÓ
La última vez que escribí en el blog estaba como en la primera foto. Gordísima, pesada, expectante…y así como quien no quiere la cosa hoy mi mundo ha dado un giro de 180 grados.
Gala nació el 17 de agosto. Doce días después de la fecha prevista. Por fin llegó el momento en que nos miramos por primera vez. El momento en que la tuve sobre mi y todo mi mundo se redujo a esa pequeña personita que me miraba asustada. Allí estaba ella, justificando con su preciosa carita las largas y dolorosas horas de parto.
Llevamos un mes y medio juntas y ya no puedo imaginar mi vida sin ella. Poco a poco nos vamos conociendo. Cada día aprendemos algo nuevo juntas:
Yo voy aprendiendo a diferenciar los llantos de hambre de los llantos de sueño, aburrimiento, tengo el pañal sucio… Voy aprendiendo que podemos salir a la calle sin miedo, que todo tiene solución, y que no pasa nada por cambiar un pañal o dar el pecho en casi cualquier lugar. Hay vida más allá del sofá de casa.
Y ella va a aprendiendo que tiene manos, que puede moverlas, que no hay que asustarse porque mami siempre está cerca, que cuando sonríe a todos se nos cae la baba…
¡Madredemialma, nos queda tantísimo por aprender juntas! Es una aventura apasionante y me siento la persona más afortunada del mundo de poder vivirla junto a ella.
Es posible que la temática de este blog cambie un poco a partir de ahora. Gala ahora llena mi mundo y es difícil pensar en nada más.
Un beso grande, nos seguimos viendo por aquí!
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