Los polvorones… esos dulces tan tradicionales y tan ricos que tan buenos ratos nos han dado, sobre todo cuando intentamos decir Pamplona con la boca llena de ellos… Que sepáis que los ricos y humildes polvorones sevillanos hoy día gozan de una Indicación Geográfica Protegida. Que no son cualquier cosa, caramba.
Los componentes principales de polvorones y mantecados son la harina de trigo, la manteca de cerdo y el azúcar, y cuentan los sabios que tienen su origen en una época de excedentes de manteca de cerdo y de trigo en la zona de Estepa, provincia de Sevilla, en el siglo XIX para más señas. O sea, que es un producto de la inventiva popular para el aprovechamiento. Estepeños, sois unos fenómenos.
Estos polvorones estilo sevillano son facilísimos de hacer. Amén de los ingredientes que ya he citado, llevan cierta proporción de almendra tostada y molida. En teoría la principal diferencia con la receta de mantecados es que los polvorones llevan la harina previamente tostada en el horno, lo que contribuye a darles esa consistencia polvorienta tan característica.
La receta que usamos está inspirada en una fórmula de Manuel Martínez Llopis, de su libro La Dulcería Española.
Polvorones sevillanos
Ingredientes:
- 500 g de harina de repostería
- 250 g de manteca de cerdo a temperatura ambiente
- 200 g de azúcar glas (más algo más para espolvorear)
- 100 g de almendra tostada y molida (mejor marcona)
- 1/2 cdta. de canela molida
- Una pizca de sal
Elaboración:
- Empezaremos por tostar la harina de repostería. La pesamos, la extendemos en una bandeja de horno (yo uso un molde de brazo de gitano) y la metemos en el horno precalentado a 160º (con aire) / 180º (sin aire) alrededor de un cuarto de hora, hasta que veamos que empieza a coger algo de color. En este sentido el grado de tostado va un poco en gustos. Cuando la harina esté tostada sacamos la bandeja y dejamos enfriar por completo.
- Tostamos la almendra a la misma temperatura, unos 10 minutos, a mí no me gusta que se tueste en exceso, es suficiente que empiece a tomar color. Dejamos enfriar antes de triturarla.
En el mercado se encuentran polvorones de muy buena calidad, ya sabéis, pasa con ellos lo mismo que con los turrones. Los que veáis más caros, pues esos mismos son los buenos. Pero si no estáis dispuestos a pagar por unos polvorones sevillanos artesanos, hacedlos en casa, porque el resultado es absolutamente magnífico, fino y delicioso. Para comer sin parar.