Buenos días,
Ya sabéis que nos encantan las cosas hechas a mano y la creatividad, y por eso cada semana compartimos con vosotros un
DIY que os pueda dar ideas y os resulte práctico además de decorativo. Navegando por internet hemos encontrado muchísimos
diy que nos han encantado, pero es que el de hoy nos ha dejado fascinadas... ¡Se trata de una auténtica obra de arte! Una vez más la
pintura es la gran protagonista del cambio en esta transformación en la que una pared sosa pasa a convertirse en un precioso
mural pintado a modo de cabecero.
La artífice de este mural tan singular es Pam, una joven artista de Canadá que la primavera pasada pensó cómo quedaría una de las pinturas paisajísticas que estaba preparando para un calendario en tamaño grande. Y sin más (y estando ya bastante harta de su anticuado dormitorio), se puso manos a la obra para trasladar el paisaje que había pintado en formato lámina a toda una pared.
La idea era crear un ambiente absolutamente relajante que simulara la
belleza de los paisajes montañosos que había conocido en un viaje por
Tailandia y
Laos. Los tonos grises y azules se van fundiendo hasta desaparecer en la gama de los beige, y al final el blanco.
Bueno ya veis que el cambio es radical, y además ha conseguido dar
más profundidad a la habitación gracias a los diferentes perfiles de las montañas que se van alejando en perspectiva.
¿Qué os ha parecido esta idea?
¿Os gustan los cabezales en los que la pared es la protagonista? ¡Hasta mañana! três
vía