Esta respuesta puede ser algo complicada de responder según quién la haga. Si eres un joven que no tiene ninguna responsabilidad financiera, y que te da miedo adquirir compromisos económicos, no es para ti adquirir una vivienda. Pero si eres otro tipo de persona, interesada en hacer una inversión a futuro, la respuesta es que sí te conviene tener tu casa propia.
No te confíes con esta decisión, ya que no es tan fácil. Pero no te asustes, no se trata de un imposible. Para adquirir una vivienda, simplemente debes tener cuidado con tus finanzas, ahorrar, no derrochar, invertir cuando debas hacerlo y tener siempre un buen asesor que te aconseje sabiamente.
Tal vez esto pueda ser para algunos perderse parte de la juventud, pero debes despedirte de los malos hábitos. Adiós a la comida chatarra, las interminables fiestas y estar a la última moda en ropa y tecnología. En lo que debes centrarte es en que, a pesar de que hay que hacer sacrificios, vas a obtener pronto tu libertad.
Al momento de tomar la decisión de la casa que quieras para ti, debes tener en cuenta 3 factores importantísimos:
1) Debes hacer todas las proyecciones de la hipoteca.
Calcular hipoteca es algo que puede resultar un poco complicado si no tienes experiencia. Lo mejor es que te asesores con tu persona de confianza para que te ayude a tomar la decisión que te convenga, tanto en plazos, como en las tasas de interés y demás.
2)El tamaño de la vivienda.
Este aspecto es algo bastante difícil para algunos. Tener una casa grande es símbolo de poder adquisitivo. Incluso es un sueño para otros. Pero la realidad es que esto no siempre es una buena decisión en lo que a términos económicos se refiere.
Es preferible que sea pequeña, así será más barata en su valor total. También pagarás menos por los servicios. Incluso la limitación de espacio hará que moderes tus compras y adquieras solo lo imprescindible, por lo que te obligarás a ahorrar.
3) La localización perfecta.
Puede ser muy tentadora esa casa en la playa o que queda cerca del campo. Están a precios económicos las opciones que encuentres. Pero el sueño se te derrumba cuando te ves todos los días yendo al trabajo o a la universidad. Sé práctico y ahorrador. Gastar 2 o 3 horas al día en transporte es una pérdida total, sin contar los gastos. Adquiere algo cerca de los sitios que frecuentas todos los días.
Si ya tienes en mente qué es lo que quieres, solo te queda tener un buen simulador de préstamos a la mano. Así podrás visualizar de mejor forma la decisión que tomes. Si es algo premeditado de forma sabia, será de lo mejor que hagas por tu vida en un largo plazo.