Boston día uno
Saludos desde Boston. Ayer volé en la madrugada, hice escala en Nueva York y llegué acá a las 11 de la mañana. Todos estos días me ha estado dando vueltas en la cabeza la idea de correrlo, mi cuerpo lo quiere hacer, se siente listo, pero mi cabeza no. El neurólogo sugirió que ni le busque. Después de tres semanas de reposo ya me sentía muy bien, pero con todas las horas de vuelo de hoy, me sentí todo el día rara, como ida, además se me inflamó una vena de la cabeza y me duele. Si eso me sucedió por ir sentada con un poco de presión, me queda clarísimo que sometiendo a mi cuerpo al brincoteo y elevación de presión sanguínea que implica un maratón, solo lograría ponerme muy mal. ¿Y entonces a qué fuiste, Araiz? Pues porque este es mi viaje de cumpleaños 30, que planeé hace varios meses y al que invité a mi mamá. Ella llega el sábado y pasearemos por la ciudad, será increíble. Pero no solo vine a pasear, a través de este blog y todas mis redes sociales les compartiré con fotos, texto y video cada detalle del Maratón de Boston como corredora y reportera.
Respecto a eso, les platico: Boston es una ciudad espectacular, la arquitectura, el paisaje natural y las personas (y su amabilidad) te hacen sentir como dentro de una película, todo es demasiado lindo. Y aunque apenas es miércoles, la ciudad ya se comienza a ver salpicada de corredores empedernidos, golpeando las aceras o atacando las tiendas deportivas y los restaurantes con menús altos en carbohidratos, cargando bebidas hidratantes y paseando con sus familias. Mañana iré a pasear y ver la meta del maratón, les traeré fotos e historias.
A veces las cosas salen de forma distinta a como las planeas y no hay nada que puedas hacer, más que aceptarlo y disfrutar. Así me siento ahora, agradecida y feliz de estar viva y de vacaciones con mi mamá y muy clara de que tendré muchísimos maratones de Boston para correr en los siguientes años, en este me daré el lujo de ser espectadora y corresponsal y lo disfrutaré a tope.
Abrazos
