Araiz Arriola

Correr no es terapia

Hay una frase muy popular por ahí: Correr es más barato que la terapia. No estoy de acuerdo. Cuando comienzas a correr, casi automáticamente te sientes mucho mejor contigo, tu vida, tu entorno, todo adquiere mayor brillo e intensidad. Entonces te enganchas, quieres correr más y más, atascarte de kilómetros para siempre. Pero espera, tus problemas en tu relación contigo o con los demás no se desvanecen al correr, eso es solo una ilusión. Obviamente te sientes mucho más a gusto en tu propia piel, alteras tu cuerpo químicamente de forma positiva y eso propicia que te relaciones de forma más saludable contigo y tu entorno, pero no es la panacea.
Durante los últimos meses, en mi recuperación de la más fuerte lesión de mi vida, he tenido que parar de correr a veces parcial y otras totalmente.Al principio me sentía realmente desesperada, estaba de muy mal humor, como si me hubiera retirado de una fuerte adicción. Eso me provocó algunos roces con personas importantes para mí. Entonces me detuve a reflexionar y pensé que no le podía estar dando tanto peso en mi vida a correr. Es solo una actividad más, no es lo que me define. Comencé a entrenar otras cosas, me relajé y solté la necesidad de correr, lo importante era estar sana y punto. Se me siguieron presentando, una a una, cosas que no tenía resueltas en mi vida y de las que correr me había permitido olvidarme. Las enfrenté y les fui dando solución, no fue fácil, pero qué bien me siento. Ahora sé que sigo en mi proceso de sanar la lesión, cada vez estoy mejor, pero también siento mi vida más en orden, en paz.
En este tiempo me puse a pensar, la mayoría de quienes corremos tenemos en común una personalidad intensa, apasionada, frenética, no paramos de correr aunque llueva, estemos a 40 grados o nevando, estamos ahí a las cinco de la mañana, felices y endorfinados. Y alguien me preguntó ¿pues de qué huyen? Y pensé que sí, muchas veces al correr escapamos de enfrentar cosas o situaciones de nuestras vidas que, si nos quedáramos estáticos, saldrían a flote. Y no queremos que eso suceda. Correr no es terapia, en la terapia te enfrentas a tus asuntos y te obligas a resolverlos. Mientras corres no. Correr solo te regala un tiempo de introspección, una meditación en movimiento.
Eso no quiere decir que correr sea malo, es maravilloso y no quiero dejar de hacerlo nunca. Pero ya no me hace falta para huír ni refugiarme de nada, quiero enfrentar mis problemas siempre a la cara, no quiero nunca volver a priorizar una carrera sobre, por ejemplo, pasar tiempo con las personas que más quiero. No soy profesional, caray, no pasa nada si no me presento y a mi familia la veo unos cuantos días al año, son lo más importante para mí. Y nunca, nunca, voy a correr en contra de mi salud, estando enferma o lesionada. Es en verdad estúpido.

Y tú, ¿sientes que has corrido huyendo de algo? Piénsalo :)

Abrazo



  • Love
  • Save
    Add a blog to Bloglovin’
    Enter the full blog address (e.g. https://www.fashionsquad.com)
    We're working on your request. This will take just a minute...