Araiz Arriola

Crónica del 21K Tarahumara

Correr es tu pasión. Si al hacerlo apoyas una causa, todo cobra un sentido profundo y noble. El pasado domingo en Monterrey, esa causa fue apoyar una etnia guerrera de la que tenemos mucho que aprender en todos los sentidos. Y que nos necesita en muchos otros. El pasado domingo cinco mil regios corrieron por y con los tarahumaras.

Silverio tiene 45 años, comenzó a correr competitivamente a los 30. Viene de la ranchería Basíhuare, en Guachochi, Chihuahua. Allá, en las barrancas de climas extremos, sus pies han sido siempre su único medio de transporte. El “entrenamiento” no es un lujo, sino una necesidad. Aquí, en San Pedro Garza García, el municipio con mayor ingreso per cápita del país, Silverio lleva ya una semana de gira, ha visitado 13 escuelas primarias y secundarias “les explico a los niños cómo correr, me preguntan cosas y corremos juntos, me gusta mucho.” En Chihuahua se quedaron sus tres hijos, el más pequeño, de cinco años, es su orgullo. Lo está enseñando a correr “le digo que vayamos a buscar a la vaca y corremos ocho kilómetros en la barranca.” Esta es la tercera vez que viene a Monterrey a correr el 21K Tarahumara, este año busca marcar 1:25. Lo suyo, lo suyo, son las distancias de 100 kilómetros en adelante. Cuando no está en el podium de ultramaratones en México, España o Costa Rica, Silverio trabaja en la madera y el campo allá en su rancho. “La primera carrera que corrí fue el 21K OXXO, en el 2000, la gané, me pagaron 4,700 pesos, me sentía muy feliz y con eso construí una casita y compré algunos animales.” A Silverio le gusta correr con tenis, se siente más cómodo que con huaraches. Me enseña muy sonriente sus Asics nuevos, color azul metálico.

El tarahumara es actualmente el único grupo étnico en México que está en crecimiento. Son una comunidad de 110 mil indígenas que habitan una de las regiones más hostiles y hermosas del país. Son fuertes y aguerridos, pero han sido desplazados históricamente y el espacio en el que ahora habitan es muy poco cultivable, por lo que tienen una salud muy vulnerable y poco acceso a servicios de salud, educación y alimentación gubernamentales. Como anécdota irónica, en la clínica de salud de Guachochi, puedes ver carteles de la campaña del IMSS “Ponte en cintura.” Dos de cada tres adultos indígenas de la Sierra Tarahumara padecen distintos grados de desnutrición y la tuberculosis es un mal común en aquella etnia. Al 21K Tarahumara fueron invitados 120 indígenas, hombres, mujeres y niños, algunos vinieron a correr y otros a vender artesanías. El día que subieron a los camiones que los traerían, estaba comenzando a nevar, asunto poco común en el resto del país, pero habitual en aquella zona.

Con el boom actual de las carreras, cada domingo hay decenas de eventos en todo el país, pero ninguna tan especial como esta. El 21K Tarahumara es una gran fiesta en la que conviven con respeto y alegría los habitantes de la zona más pobre y la más rica del país, y la cosa no se queda ahí. Como parte de sus labores de responsabilidad social, Home Depot México adoptó hace tres años este evento por medio del cual recaudan fondos que se destinan a través de la Fundación Tarahumara José Llaguno a trabajos de educación, nutrición y salud que benefician a nueve mil habitantes de la comunidad tarahumara a lo largo del año. La carrera cubre sus gastos operativos y el resto de los ingresos se van directo a Chihuahua.

Nosotros, los citadinos, vemos a los tarahumaras con una combinación de admiración, respeto y asombro. No sabemos bien cómo acercarnos a ellos, cómo decirles que su día a día para nosotros representa grandes hazañas. Ellos, con su mirada serena y digna, nos observan y nos tienen toda la paciencia del mundo. Mientras nosotros, torpemente, queremos capturarlo todo en una foto, ellos observan a su alrededor y parecen estar guardando todo lo vivido en su mente y corazón.

El primer lugar en la carrera, Carlos Guerrero, es un corredor competitivo y experimentado. El segundo y tercer lugar dos jóvenes tarahumaras que, sin un entrenamiento formal, muestran de qué están hechos. El asunto se replica en la carrera infantil de cinco kilómetros, donde Albino e Ignacio, hijos gemelos del gobernador tarahumara se roban mi corazón y todas las miradas a su alrededor, pos sus enormes sonrisas y su manera de correr divertidos y felices. Albino e Ignacio tienen nueve años y su hermano Candelario 12. Su papá mientras anda corriendo el 21K.

La medalla es lo más especial. Cada una de ellas es una figura distinta, todas talladas artesanalmente por rarámuris, como parte del programa de autoempleo que la fundación lleva a cabo en la comunidad. El elefantito de Ignacio es la más linda y me la muestra con orgullo. La ejecución de la carrera, por parte de la empresa regiomontana Idemsport, fue impecable y los ganadores por grupos de edad recibieron como trofeo una bola rarámuri, artesanía que ellos usan tradicionalmente en medio de una carrera en la que la van pateando entre las barrancas.

Al cruce de la meta me encuentro con la primer mujer tarahumara en acabar el 21K, me siento a platicar con ella, me cuenta que tiene 36 años y tres hijos. Me pregunta si yo tengo hijos y le digo que aún no, le cuento que tengo ya casi 30 años. Y me pregunta ¿pero no te casaste? Soltamos la carcajada. Somos tan diferentes y tan iguales, dos mujeres mexicanas con pasión por la vida y por correr. Y ya quisiera algún día poder hacerlo como ella. Regreso a casa con el corazón topado y la mente revolucionada.

El libro Nacidos para correr, escrito por el periodista estadounidense Christopher McDougall inspirado en sus vivencias en el Ultramaratón de los Cañones, que se corre en Guachochi, Chihuahua, irá a la pantalla grande en los próximos meses y su protagonista será Matthew McConaughey. Esto va a llevar el foco hacia aquella región y sus heróicos pobladores. Espero de verdad que esto signifique para ellos un beneficio y no que se les explote turísticamente. En nuestras manos está evitarlo.

Aquí les dejo el consejo de Silverio para quienes quieran incursionar en los ultramaratones. Más claro imposible.

Muchas felicidades a gracias a Home Depot y todo su gran equipo por realizar y permitirme comunicar esta carrera tan emotiva y bella. Y a ti te invito a que el próximo año no te la pierdas por ningún motivo.

Gracias por las fotos a Oscar Treviño Ponce, están de lujo.

Felices kilómetros


Tagged: 21k, carreras, monterrey, raramuris, tarahumaras
  • Love
  • Save
    Add a blog to Bloglovin’
    Enter the full blog address (e.g. https://www.fashionsquad.com)
    We're working on your request. This will take just a minute...