Generación perdida

Suelo ser escueta en palabras aqui en el blog, no me gusta hablar demasiado sobre mi, pero hoy quería compartir con vosotras estas reflexión, confesión o como queráis llamarlo:

Generación perdida
Mil años estudiando arquitectura, más otro año largo para el proyecto fin de carrera, tres años trabajando en un estudio de arquitectura mientras terminaba la carrera, y ahora de que me sirve todo eso? De nada. Yo lo llamo la generación perdida, hemos terminado en el peor momento, cuando llegó la crisis, y si, la crisis afecta a todos, pero el sector de la construcción es uno de los más afectados. Así aquí estamos, enviando Curriculums sin esperanza, estudiando idiomas sin saber cual nos puede ayudar en un futuro, Alemán? Francés? Euskera?, haciendo cursos de Feng Shui de interiores, Eficiencia Energética, Arquitectura Bioclimática...¿pero realmente sirve de algo todo esto? Porque mientras nosotros seguimos en casa pensando que hacemos pero sin hacer nada, la siguiente generación está en la universidad estudiando lo mismo que nosotros pero con mejores tecnologías, con lo cual, para cuando la crisis termine y los arquitectos otra vez tengamos trabajo, habrá tres grupos: los que tienen experiencia porque nunca dejaron de trabajar, los recién licenciados con dominio de los últimos programas informáticos y nosotros, sin experiencia, sin control sobre los últimos programas de 3D y sobre todo sin ilusión. Hay días en los que te sientes positivo y te imaginas viajando al extranjero donde vas a aprender un idioma nuevo y vas a trabajar en un estudio de arquitectura estupendo, pero luego te acuerdas de que eso significa dejar a tu familia, amigos y pareja. Otras veces sueñas con que vas a desarrollar esa idea tan genial que tienes en mente, como si fueras la única con ideas en este mundo, como si la crisis fuera a abrir un hueco para dejarte pasar... Creo que lo peor de todo es mirar a tu alrededor y ver a toda esa gente que sigue con su vida, con su trabajo, su casa y creando una familia...y tú no tienes ni la oportunidad de pensar en ello. Paciencia, ilusión y positivismo, eso es lo que nos queda, o lo que tenemos que tratar de no perder.