Comparativa de correctores: MAC, Nabla, Maybelline, Benefit, Chella y Skeen+

Cuando empecé a meterme a fondo en el mundo del maquillaje y descubrí los correctores, se convirtieron rápidamente en mi producto de maquillaje imprescindible y favorito porque son como son las varitas mágicas: das un pequeño toque allí donde esté el problema y se hace la magia; pero no todos los correctores son iguales, de hecho hay tanta variedad que es una locura, así que hoy voy con esta comparativa de los correctores que estoy utilizando actualmente: seis correctores, seis tipos de aplicación diferentes y seis resultados distintos.

Los correctores deben ser como los árbitros: los mejores son los que pasan desapercibidos. Lo primero que busco en un corrector es que sea exactamente de mi tono de piel, ni más claro, ni más amarillo, ni más nada. Tampoco me planteo "precorregir" con esos correctores amarillos, violetas, verdes y salmones y ponerme a hacer equivalencias con la rueda cromática; dejemos ese trabajo para profesionales que se recrean perfeccionando los lienzos hasta el infinito, yo lo que quiero es maquillarme y estar lista rápidamente y a ser posible con un producto que me permita retocarme fuera de casa si fuera necesario.

En mi caso, que lo que busco es unificar el tono de la piel y disimular ojeras los días que duermo peor, el problema se soluciona con un corrector de mi tono de piel, es más, en muchas ocasiones con una base de maquillaje de cobertura media lo tengo resuelto, es decir: no necesito corrector todos los días (a Dios gracias).

Además de una cobertura considerable, fijación e hidratación para no resecar las zonas a corregir, también busco un producto que no brille ya que al sufrir ocasionalmente de acné, si me pongo a corregir con brillo cada parte de mi cara con imperfecciones acabaría resplandeciente en plan "crepúsculo en mi cara". Aún así un toque de luminosidad puede venir bien, siempre y cuando sea una cosa sutil y no una decoración fiestera.

Dicho esto empiezo con la comparativa de correctores empezando por el Chella Lace Highlighter*, un lápiz tipo jumbo. Es de textura cremosa aunque más firme y seco que correctores en crema. Este producto, como su propio nombre indica, es un iluminador pensado principalmente para la zona de las cejas pero al no contener brillo y además ser de mi tono de piel lo puedo utilizar también sobre imperfecciones. Es decir, en mí no es tanto un iluminador porque mi piel es muy clara pero en pieles más morenas puede servir muy bien para destacar el hueso de la nariz, zona alta de pómulos, etc.
Es muy duradero (mejor sellado), suave, cubre mucho y es de gran pigmentación por lo que cunde muchísimo. Hay alternativas más económicas pero en cuanto a calidad esta es una apuesta segura: 19,00€ en Birchbox.

El Touches Correction de Skeen *, es el corrector más peculiar de todos, quizás porque es un producto pensado para tíos. Es un fluido altamente hidratante con una pigmentación bajísima y un pelín de brillo. ¿Brillo para tíos? Sí, pero un brillo fino que casi es "resplandor" de la piel que además deja un acabado ligeramente matificado (para pasar el filtro más machote, juajuas). Al aplicar el producto vemos una crema hidratante blanca y ligeríiiisimamente perlada que al esparcerla con las manos (con brocha también va bien) se convierte en una especie de hidratante con color de cobertura ultra ligera. Lo sorprendente es que a pesar de su bajísima pigmentación aguanta durante todo el día: de noche me desmaquillo y efectivamente, hay algo que desmaquillar.
Yo lo utilizo los días que tengo buena cara (despierto sin demasiada ojera y sin granos) y lo hago por toda la cara para unificar el tono general. Contiene ácido hialurónico y deja la piel satinada.
Se vende en Sephora y en la web de Skeen por 29,00€

El Under eye concealer de Nabla* ya sería un corrector a los que estamos más acostumbrados. Es un tubito con aplicador de formato gloss, de textura fluida y pigmentación media/alta. Creo que Nabla está haciendo productos cojonudos y este es uno de ellos. Si quieres ver más haz click aquí. Bajo la ojera funciona muy bien: no se cuartea ni marca pliegues. No reseca y aguanta largas horas. La única pega que le pongo es la limitación de tonos, sólo tienen 3 disponibles y que en mi caso particular me gustaría un subtono más rosado porque tiran más al amarillo. Véase:

El Under-eye concealer de Nabla tiene un precio de 8,50€ de venta en su web.
Otra de las gratas sorpresas del 2014 es el Fake up de Benefit, el corrector en stick con nucleo de pigmento rodeado de producto hidratante del que hice review en su día. Léela aquí. Por aquel entonces el producto me había dejado un poco fría, me gustaba pero no me tenía alucinada. El caso es que ahora estoy a punto de terminarlo y sé que lo echaré de menos. Me he acostumbrado a aplicármelo sobre la hidratante en aquellas zonas un poco rojas de la cara y a difuminarlo con la brocha de colorete de Deliplus. Luego lo sello ligeramente con los MSFN de MAC y a correr. Que lo vuelva a comprar es otra cosa, que son 25 pavazos, pero que lo voy a echar de menos es una verdad como un piano.

El borrador de Maybelline es un éxito de ventas total y no me extraña porque todo en él apunta a venderse a tope: se encuentra en todas partes, tiene un envase "pintón", no es demasiado caro, es cómodo de aplicar... Se aprovecha casi todo el producto con facilidad ya que es de rosca y el mecanismo va haciendo el vacío. A mí lo de la esponjita aplicadora no me hace mucha ilusión. No soy una persona obsesionada con la limpieza pero simplemente no me mola mucho esa espumilla. Manías.
He percibido que este corrector no cunde excesivamente, trae menos cantidad de la que parece y al ir usándolo verás cómo el producto va bajando a marchas forzadas.
Tiene una cobertura media aunque la duración no es muy elevada pero el acabado satinado que deja es bonito a pesar de que el subtono es claramente amarillo y mis preferencias siempre son contrarias: amigas rosadas, somos minoría. Tengo el tono Light que viene a ser un NC20 de MAC.
El precio del Borrador de Maybelline va desde los 6,95€ hasta los 10 y pico según donde lo compres. Lo he recomendado varias veces y la gente me ha dicho que fue un acierto.

Por último me toca hablar del que menos me gusta de todos, el Mineralize Concealer de MAC, que incluí en el post de decepciones de MAC. Un corrector que compré por las buenas críticas leídas en blogs y foros al respecto: todo maravillas; pero cuando llegué a casa y lo probé, circuité. Era como si me hubiese comprado otro producto totalmente diferente al producto sobre el que tanto había leído. El pincelito aplicador tampoco me gusta. Es más, a veces no le encuentro ni uso.
Es un corrector fluido con textura gel, no llega a ser líquido. La cobertura es más bien baja y el tono, a pesar de ser un NW20 es claramente de base amarilla ¿a qué juegan en Mac Cosmetics? Al despiste por lo menos.
Cuesta 21,00€ y no es necesario que diga que no lo volveré a comprar, ¿verdad?.

Estos cinco correctores son muy diferentes entre sí y es difícil compararlos pero con el uso prolongado de todos ellos y dejándome llevar por mi gusto personal me quedo con dos: el Borrador de Maybelline (lo he recomendado varias veces para pieles cetrinas y siempre triunfa) por aplicación, duración, cobertura y sobre todo precio y con el Fake up de Benefit para bolsillos con mayor presupuesto pero ninguno de ellos supera a mi corrector favorito que sigue siendo el Double Wear Concealer de Estee Lauder.

Toca seguir buscando. Se aceptan sugerencias.

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