Los kuku son un plato muy popular en la cocina de Irán. Su origen, al tratarse de una cocina milenaria, es casi imposible de datar. Antiguamente se hacían en una sartén con tapadera y se ponía carbón caliente arriba y abajo hasta cuajarlas. Hoy en día es bastante común hacerlas al horno, que es como lo haremos nosotros.
El kuku-ye sib-zamini es una tortilla hecha con patatas que se suele condimentar con azafrán, con curry en polvo o con canela. Hay muchos otros tipos de kuku entre los que sobresalen los kuku vegetarianos hechos con hierbas aromáticas (perejil, cilantro y eneldo), los kuku de judías blancas, de judías verdes o de guisantes, y los kuku de carne.
Las patatas viudas son una receta típica de las abuelas por lo que existe un sinfín de variaciones que van desde guisarlas en agua con cebolla, ajo y laurel hasta incluir azafrán, almendras, tomate o tocino de jamón en el sofrito. Hoy haremos las patatas con un sofrito de cebolla, tomate, ajo, pimentón y laurel, y cuando las tengamos listas haremos una tortilla al horno utilizando la técnica persa de los kuku.
Receta de pastel de patatas viudas
Ingredientes:
- 800 g de patatas
- 300 g de cebolla
- 100 g de tomate
- 7 g de dientes de ajo picados finamente
- Una hoja de laurel
- Una cucharada de pimentón
- 8 huevos “L”
- Una y media cucharadas de harina
- Una cucharadita de levadura química
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
- 125 ml de aceite de oliva virgen
- Almendras o pistachos tostados para decorar
- Perejil picado para decorar
Elaboración:
- Pasamos las patatas por un rallador de verduras y calentamos el horno a 180º C.
- Pasamos también la cebolla y el tomate por un rallador, pero más fino.
Ahora me diréis que esta receta de pastel de patatas viudas es una tortilla, pues sí, lo es, pero con la ventaja de que no tenemos que volcar la tortilla para que se haga por el otro lado, y no tendremos que utilizar una gran cantidad de aceite para hacer la patata. Desde luego no pensamos cambiar nuestra tortilla de patatas por nada del mundo, pero sí podemos cambiarla de vez en cuando por un kuku suave y esponjoso. ¿Por qué no?
Algunos consejos útiles: