Imponer o no imponer.

Ya he hablado varias veces sobre imponer a nuestros hijos ser vegetarianos.
Hace unos días tuve una conversación sobre esto en un foro y también he visto sobre el tema en facebook.

Es un tema que me hace mucha gracia, podría decir que hasta me da la risa cuando alguien dice que imponemos ser vegetarianos a nuestros hijos.

Es un poco triste la gente que opina así. Seguramente nunca se han parado ni 2 minutos (no creo que se necesiten más) a reflexionar sobre ello.

¿Yo impongo si decido no dar animales muertos a mis hijos, pero tú no impones si decides dárselos?

Y muchas veces la respuesta es: Ya decidirán cuando sean mayores.

Y yo les digo: mis hijos también decidirán cuando sean mayores.

Así de sencillo.

Y ahora hablamos de la palabra imponer. A ver, imponer imponer, lo que se llama imponer, tú a tus hijos se lo impones todo. Hasta cierta edad, la que te dicen “mira mama que esto yo no” pero desde que nacen hasta esa edad, tú como padre o madre tienes que imponer. Ser vegetariano o ser omnívoro, que coman mas fritos o menos, que coman mas fruta o menos, que sean de una religión, de otra, o de ninguna, que tomen leche materna, o biberón, que lleven chupete o no, que los vistas como príncipes y princesas o sport, que lean (se los leas tú) libros o no, llevarlos a esta escuela, a otra o a ninguna, que jueguen a determinados juegos, los dibujos que ven en la tele,…