Maquillaje con gafas ¿es posible recuperar el equilibrio en el rostro?

Afortunadamente, las gafas cuentan ya con una moda propia. Formas, tamaños, colores, es prácticamente imposible no encontrar un modelo que nos siente bien. Ahora bien, cuentan con un pequeño handicap que, para las que somos usuarias, es bastante importante: restan viveza a los ojos.

Bueno, las gafas no, más bien la culpa la tienen los cristales. Según el grosor de éstos, si nuestra patología es la miopía, nos encontramos delante del espejo con unos ojos cada vez más pequeños y tristes. En cambio, si sufrimos de hipermetriopía, los ojos nos parecerán excesivamente grandes.

Por eso, el principal objetivo es recuperar el equilibrio, hacer especial hincapié en su maquillaje frente otras partes del rostro, sin que resulte exagerado. Precisamente, éste es uno de los principales errores que cometemos las que maquillamos nuestros ojos cuando llevamos gafas.

La regla principal es no recargar nuestro maquillaje en los ojos, ni para agrandarlos ni para empequeñecerlos. No por mucha sombra brillante, los ojos se van a ver más. Es más, este tipo de maquillaje puede chocar tanto con la montura de la gafa, que conseguimos un efecto antiestético de mancha o falta de nitidez.

El eye-liner es uno de nuestros aliados pero cuidado con el grosor y el color. Yo apuesto por tonos marrones o negros pero siempre difuminados con un pincel. Si queremos agrandar nuestros ojos (miopía), además de la línea en el parpado superior, trazaremos otra en el inferior justo por debajo de las pestañas. En el caso de querer empequeñecer los ojos (hipermetriopía), la línea inferior se trazará por el interior, justo encima de las pestañas.

Otro de nuestros comodines es el rimel. El primer paso siempre es rizar nuestras pestañas para que no choquen con los cristales. A continuación, aplicaremos una primera capa de máscara de pestañas y, transcurrido unos segundos, volveremos a aplicar otra capa a modo de zig zag para alargar las pestañas.

Los iluminadores nos pueden ayudar a dar luz a la zona de los ojos. Apostamos por aplicarlo justo en la zona del lagrimal, de arriba abajo, y debajo de las pestañas. Si tienes ojeras, además del iluminador, recurriremos al antiojeras.

En cuanto a las sombras, siempre neutras y, en la medida de lo posible mates o semimates: marrones, tostados, etc. Se puede optar por el efecto humo pero siempre por la noche. En Qué es un Personal Shopper, tenéis más consejos sobre cómo acertar con el maquillaje.

Y una parte muy importante del rostro son las cejas. Las llevaremos bien depiladas, acordes con las líneas de nuestro rostro. Saber cómo cuidar nuestras cejas es fundamental para que nuestra cara trasmita la mejor de las expresiones.

Por último, en cuanto al resto del maquillaje, siempre debe haber un equilibrio entre los ojos y la boca. Si los ojos están muy destacados, bien por el maquillaje o bien por el tamaño o color de la montura, siempre es aconsejable llevar un color de labios más discreto. De la misma manera, si las gafas son discretas, podremos optar por tonos más atrevidos como los rojos o los granates.