Mi nueva vida


¡Hola de nuevo!

Después de varios meses reaparezco por aquí. Sí. No tengo perdón, vaya una forma de desaparecer así sin decir nada. Pero tengo excusa.

Mi excusa se llama Javier, nació hace casi dos meses. El 19 de noviembre del que unos iluminados interpretaron que iba ser el año del fin del mundo, tras un parto por cesárea y con tres hermosos kilitos. Como casi todos los bebés que nacen por cesárea llegó a este mundo redondito y sonrosadito. Un muñeco vaya. Para mí el muñeco más bonito del mundo.

Con su llegada el mundo no se acabó. Mi vida anterior sí. No quiero caer en lugares comunes ni topicazos respecto a la maternidad pero ciertamente un bebé te cambia la vida. Al menos en mi caso así ha sido.

Te avisan una y mil veces de que eso ocurrirá y te advierten de que los primeros meses son duros y vaya si lo están siendo. A mi principito no le gusta mucho eso de dormir y todo el tiempo quiere estar con su mamá, en brazos a ser posible, los primeros días, en el hospital sólo dormía en la cama conmigo. Como imaginaréis me he llevado muchas críticas por satisfacer ese deseo de calor materno, que sí lo estás malacostumbrando, que si ni se te ocurra cogerlo, que sí todas las madres primerizas cometeis el mismo error. Pero qué queréis que os diga, yo no soy capaz de oirlo llorar más de diez minutos seguidos y pienso que mi pequeño en estos momentos sólo quiere una cosa: el cariño de su madre.¿Quién soy yo para negárselo?

El tema de la lactancia es otro cantar. He decidido dar el pecho a mi niño. Y eso sí que es una movida. No quiero con esto desanimar a ninguna futura mamá, pero a la que decida hacerlo sí que le aconsejo que lo haga sin presiones y que se lo tome con paciencia, con muuuuucha paciencia, porque no es fácil estar a disposición de tu bebé a cualquier hora del día y de la noche (lo de los sacaleches está muy bien pero a ver quién es la guapa que encuentra tiempo de ordeñarse sacarse leche y congelarla con un bebé que come cada dos horas!!!!???). No es fácil que el pequeño se enganche y que te suba la leche (aunque en mi caso sí lo fue) y no es fácil hacer frente a las grietas y otros problemillas que surgen. Además por muy convencida que estés siempre hay momentos en los que tus ganas de amamantar al bebé disminuyen y te sientes tentada a pasar al biberón y a la leche de farmacia, una opción muy respetable por otro lado. Creo que lo más importante es que el bebé perciba el cariño de unos papis felices y no de una mamá amargada y angustiada, por eso, se elija la opción que se elija creo que es esencial que la elección sea totalmemte personal y alejada de prejuicios y presiones externas.

En fin, creo que he acabado haciendo lo que criticaba al principio, dar consejos, pero no lo toméis así, tomadlo como un post en el que quería compartir con vosotros mi experiencia. Una experiencia que aunque dura, me está haciendo inmensamente feliz.

xoxo
Mery

PD.: No sé cuando tendré tiempo de volver a postear pero espero recuperar pronto el ritmo habitual.




  • Love
  • Save
    Add a blog to Bloglovin’
    Enter the full blog address (e.g. https://www.fashionsquad.com)
    We're working on your request. This will take just a minute...