Estamos despidiendo Agosto y desde aquí disfrutando de los últimos coletazos del verano. Las temperaturas ya bajaron y no superan los 25 grados, eso significa que de un momento a otro nos llegará el otoño, el frío, las tardes más cortas y mi reactivación cocineril. No soy de verano, a no ser que tenga en frente el mar y pueda disfrutar de todo lo que ello conlleva, si no es así no me gusta, el calor me mata, me aplasta y me deja sin ganas de nada. Ahora que comienza a descender la temperatura mis deseos por cocinar van en ascenso y mi motivación aumenta.
El Croque es un Sandwich de origen francés, lo dió a conocer Marcel Proust en una de sus conocidas novelas, se trata de dos panes de molde, rellenos con jamón cocido y quesos como el Gruyère o Emmental, pero como todo en la vida tiene diferentes variantes, he aquí una de ellas. Una receta sencilla y fresca, porque todavía tenemos dias cálidos.
Para 4 sandwichs:
50 grs de queso Gruyère picado 10 rabanitos pequeños 1 cebollín o cebolla de verdeo 100 grs de jamón cocido picado Pimienta molida
2 huevos 50 ml de leche 1/4 cucharadita de sal 8 rebanadas de pan de molde
Limpiar los rabanitos y rebanarlos de 2 mm de grosor. Mezclar el queso, cebollín, rabanitos laminados y jamón y agregar la pimienta recién molida.
Aparte batir los huevo junto a la leche, añadir la sal y colocar la mezcla en una fuente plana. Calentar el horno a 200°C. Pasar las primeras cuatro rebanadas de pan por la mezcla, empapandolas bien. Disponerlas sobre una fuente para horno cubierta con papel mantequilla. Distribuir por encima toda la mezcla y luego pasar las siguientes 4 rebanadas de pan por el restante de la mezcla, si faltara más líquido añadir algo de leche. Colocarlas encima de cada sandwich y apretar ligeramente. Llevar al horno caliente y dejar por 15-20 minutos o hasta que se vean tostados.
Para acelerar el proceso se puede aplicar grill.