Hay secretos a voces (o rumores malévolos) que corren por el mundo de la moda desde hace años. Por ejemplo, desde que entré a trabajar en Marie Claire, “la revista va a cerrar” y ahí sigue, que me ha dado tiempo a entrar y salir, y siguen en pie (“no por mucho tiempo”). Otra de las habladurías favoritas (a nivel internacional) era “la enfermedad” de Oscar de la Renta, que falleció anoche de cáncer a la edad de 82 años.
El reciente nombramiento de su sucesor cobra ahora mucho más sentido. O no. ¿Sabía el diseñador que sólo le quedaban unas semanas de vida o pensaba realmente hacer una transición suave, trabajando codo con codo con Peter Copping y morir con las botas puestas?
De la República Dominicana a París, donde trabajó para Lanvin bajo las órdenes de Antonio Castillo, a Nueva York, donde creó su firma tras pasar por Elizabeth Arden, Oscar de la Renta dedicó su vida a la moda y a su visión delicada y sofisticada de la feminidad que seguro que su sucesor sabrá respetar.