Seguro que alguna vez os ha pasado eso de haceros un moño "para estar por casa", una tarde de domingo... Y de repente, miraros al espejo y decir "Oye, ¡pues no me ha quedado tan mal! "Esto" con un brochecito y ya tengo una idea para recogido "despeinado, informal y chic" como le suelen llamar...
Peeeeeero esta situación siempre viene acompañada del día en que lo intentas para hacértelo de nuevo, para ir a esa cena o salir a tomar algo, y queridas/os, ya no te vuelve a salir igual... ¿Por qué?
En mi búsqueda de soluciones/respuestas, encontré este tutorial en
The Beauty Department, que comparto con vosotras, para ver si con esta ayuda, rompemos el mito del "moño fugaz"...