Copenhague con niños III: Carlsberg

Esta excursión la verdad no la teníamos planeada. Para empezar no tenía ni idea de que una de las cervezas más importantes del mundo, (dejando a parte nuestra Estrella que es la mejor:)) era Danesa.

La cuestión, es que estando en el Café Granola ideal de la muerte, unos chicos muy amables, porque si, sin más… —nos debieron ver o muy perdidas o muy buenorras, prefiero pensar lo segundo— nos comentaron que cerca de allí había “something for your boys really cool”.

Y como somos unas madres entregadas a la causa y queríamos ganarnos el título a las mejores madres del mundo —que finalmente y después de mucho hacernos sufrir los niños nos dieron en Legoland— allá nos fuimos, sin tener ni idea de dónde nos metíamos.

Resulta que el sitio “cool for our boys” era nada más y nada menos que un circuito muy muy guay en la zona dónde está la antigüa fábrica de Carlsberg para escalar por los árboles: llamada Klatreskoven

Las caras de los niños cuando vieron aquello fue increíble, el sitio está como alejado del mundanal ruido y sin mucha cafetería, movimiento, la fábrica y los grandes elefantes que dan paso al zoo, al qué no fuimos porque es más cool, trepar por los árboles, vamos, ¡dónde va a parar!.

La verdad es que el sitio es chulísimo, si no hubiese tenido que estar pendiente de los enanos me hubiese subido yo mismita.

En el centro una gran explanada donde puedes incluso llevarte la comida y hacer un picnic.

Y alrededor, árboles, tirolinas, coches por los que pasar, ruedas, cajas de cerveza, tubos. Si estáis preocupados por la seguridad no os preocupéis, al principio explican muy bien las normas, los niños van enganchados con mosquetones todo el rato, con un arnés y casco.

La escalada va por altura, ya que hay zonas a las que los niños no llegarían a poner el mosquetón, hay desde la zona amarilla para los más peques hasta la zona negra creo para los más altos y profesionales.

El precio 100 coronas danesas= 13.41 euros exactamente, muy asequible para estar allí toda la mañana y pasarlo en grande tirándose por todas partes.

Los nuestros llegaban a la zona verde, y a partir de aquí, sólo os puedo enseñar fotos de lo bien que lo pasaron los enanos.

Una vez bien cansaditos no sabíamos qué hacer, era la hora de comer, pero ¡oh sorpresa! al ladito está el restaurante-discoteca-escuela de baila Elefanten.

Un lugar ideal con buena comida, también para los peques y como por la noche debe ser bar de copas pues tiene sitio de sobra para correr y tumbonas fuera. Nos gustó mucho, decoración muy nórdica como no podía ser de otra manera.

Continuara….