El pollo con tomate a mí personalmente me traslada a la infancia. Mi abuela Modesta, madre de mi madre, empezó preparándolo para algunas excursiones con mis padres junto con la clásica tortilla de patatas, o los bocadillos, y fue posteriormente mi madre quien lo acuñó en los menús diarios en casa que fue cuando yo recuerdo que lo probé. Es ideal como plato de diario, además se preparaba el día de antes y siempre en verano. Delicioso, es lo que lo define, de hecho da igual si se toma caliente o del tiempo, en las excursiones se tomaba a temperatura ambiente y estaba de vicio. El caso es que...
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