El fenómeno en masa de las mujeres que quieren parecer chicas

Me encanta observar lo que pasa en la calle, lo que se viste y lo que se calza. Si tuviera que sacar un estudio estadístico de cómo se viste y se calza en este país, me entraría una depresión.

Lo he dicho en más de una ocasión: no sé para qué tanto blog de moda y rollo si todo el mundo va en vaqueros.

Estos días me ha dado por pensar en un fenómeno que me tiene sorprendida y no hace más que crecer y crecer. El estudio, realizado en calles principales de una ciudad con abolengo, y por lo tanto con tendencia la buen vestir y al qué diran, dice lo siguiente:

¿Pero por qué las mujeres de 50 años para arriba, con niños, posibles y cierto gusto parecen o quieren parecer sus hijas?

Me explico: cuando una tiene 20 lo que mola es una sahariana kaki, unos pitillos que no te dejen respirar, que para eso estás más delgadita que un fideo y para las más adelantadas taconazos.

Pues cuando me encuentro con señoras con posibles y gusto me encuentro con eso mismo: pitillos más apretaos que los de sus hijas (para eso se matan en el gym), taconazos hasta para ir a recoger a los nenes y… añado: mechas, pelo alisado con plancha y terminado en bucles, gafas de sol a todas horas (Ray Ban of course, como las de sus hijas) y sí, digámoslo, el estilismo de sus hijas pero la cara de sus años.

No lo entiendo. Elle Macpherson no somos todas…. aunque ella bien podría ser el máximo ejemplo del look. Pero ojo, ella es una top.

Cada década y años tiene su placer y misterio y cuando una supera la etapa de los shorts y el khol corrido deberían venir cosas tan preciosas como éstas:

No hay nada, nada que se asemeje a una mujer con glamour y experiencia.

pero no… Nacemos con pitillos, maduramos con pitillos y moriremos con pitillos.

Todas estas maravillas son de la blogger Atlantic Pacific, como siempre.