HISTORIA DE UNOS ZAPATOS... o de "cómo quedarse con el culo al aire"


En estos últimos años, ir de rebajas se ha convertido en una absoluta tortura para mí.
Por un lado, siempre pienso que para qué me voy a comprar ropa "at this moment" si se supone que seguiré a dieta unos meses más y por lo tanto todo me quedará grande. No obstante, gracias a esta ropa 2 tallas por encima de la mía, no tengo que salir desnuda a la calle cuando, cada otoño, mando la dieta al carajo y la ansiedad vuelve a correr por mis venas cual gacela por la selva.
Por otro, cada vez me aburre más ver que el patrón de prendas sigue idéntico año tras año. Pasamos del color block al black and white bailando entre los nudes y derivados pero... ¿qué más da si toda la ropa de verano se sigue basando en los tirantes o lo que es peor: los palabra de honor? ¿Es que acaso Zara tiene una guerra abierta con los fabricantes de sostenes? ¡Hola Amancio! Te recuerdo que en tus inicios, vendías sostenes, ¿tanta manía cogiste a los susodichos? Porque si para no ir cual choni enseñando mi ropa interior me tengo que poner una rebequita encima, al menos podías diseñar ventiladores sobaqueros, que una ya se cansa...
La Reina Madre sin embargo es de una pasta diferente. Adora ir de compras, sola o acompañada. Esta segunda opción le permite desplazarse más lejos del centro, puesto que mi súper smart que es un bólido de última generación (#modoIroníaOn) nos lleva y nos trae tan ricamente cargadas hasta las cejas.
Hace unos años, cuando aún no existía Hermanas Bolena, podía permitirme regalarle a la mamma este plan casi cuando quisiera. En los últimos tiempos, nuestras escapadas fashionistas se han reducido a 1 por temporada, por más que me pese.
La última ocasión que tuvimos para compartir plan, salí de casa mentalizada: no te compres nada. Acompaña a tu querida progenitora y dedica todos tus esfuerzos a asesorarla, sujetarle las prendas en el probador y lanzar todo tipo de piropos sobre lo guapa que está y lo bien que le queda todo.
Dicho y hecho. No negaré que tuve alguna tentación de adquirir algo para mí baja la premisa de que realmente lo necesitara. Fue entonces cuando me topé con docenas y docenas de parabanes llenos llenitos de bikinis. Con un poco de suerte encontraría un modelo actual en el que cupiesen estos pechotes por el que algún extraviado en Google ha llegado a nuestro blog (qué curiosa es la vida, Paca).
Dedico 20 minutos a examinar concienzudamente uno por uno con la esperanza de encontrar un modelo sin relleno. Que no es que yo tenga algo en contra de los rellenos pero para "flotadores" ya dispongo de los propios...
"Este tiene relleno, este también, aquí no cabe ni el pezón, como sea de atar al cuello acabo besando la arena..." ¡Jesús bendito qué odisea! A puntito estaba de dar la guerra por perdida cuando de repente ¡voilà! una parte de arriba de mi talla, con aros, hombrera cómoda, sin estridencias pero muy linda... las lágrimas resbalaban por mis ojos cuando de repente: ¿dónde está la parte de abajo? Miro y remiro, pregunto al dependiente, me indica vagamente, tiene menos idea que yo si cabe, reviso de nuevo parabán por parabán, suplico a la Reina Madre que me ayude... Pero ni rastro:
El único bikini que cumple todas las premisas tiene una peculiaridad: DEBES IR EN CULO.
Pierdo la paciencia sólo de pensar que ahora me toca localizar partes de abajo que se hayan quedado viudas, sean de mi talla y además combinen con la parte de arriba. Elijo un par de opciones, se las muestro a mi Santa y me dice: "¿desde cuándo eres daltónica? Esto no pega ni con cola..."
Resignada a ir por la playa con el trasero al aire puesto que esa parte de arriba no la soltaba ni muerta, dejo a mi asesora buscando una opción aceptable y calmo mis ansias dando una vuelta por la sección de zapatería. Recuerdo que este invierno eché de menos un zapato cómodo tipo bailarina pero con un poquito de cuña, a poder ser negro pero con un puntito juvenil, impensable para una vieja chocha (aunque con ellas también tenemos la guerra perdida, con las chochas digo).
Estudio concienzudamente cada par y me voy chocando con plataformas de andamio o tacones de aguja fina. Abortamos misión. Aquí no hay nada para mí. Volvamos a ver si la madre de dragones ha encontrado una solución para que su hija no vaya con el pandero airoso cuando... ¡¡OH WAIT!! Una chica de mi edad se está probando MIS ZAPATOS los de la descripción de mi cabeza. NO-PUEDE-SER. Can't believe IT!!

Me encomiendo a los santos para que no le entre el juanete pero la muy perra chica parece la puta misma Cenicienta. De hecho me mira y sonríe. Que no se los lleva puestos de milagro vaya. ¡¡Pues tú no sabes con quién has dado querida!! Llevo 4 horas en estos grandes almacenes, dos de ellas sujetando perchas en un probador y las 2 restantes peleándome entre fajas y taparrabos. Pienso seguir tus pasos, esperando un descuido, deseando que sueltes ese par, MI PAR, cuando vayas a coger un vestido. Allí estaré yo como ave de rapiña camuflada bajo una pamela y unas gafas de sol, dispuesta a arrebatarte el tesoro, MI TESORO.
Media hora después y 30 segundos antes de que la susodicha me denunciara por acoso y seguimiento ilegal decido ABORTAR misión. Más que nada porque si el de seguridad me echaba, no podía comprobar si finalmente los pagaba o no.
Acudo a llorar al hombro de la Reina Madre que ha encontrado la braguita de bikini perfecta. CÓMO NO AMARLA. Me consuelo porque al menos no soy la más tonta de las rebajas. Dedico media hora más a mentalizarme:
- Seguro que los zapatos no eran de mi talla. - Es posible que luego puestos no resultaran muy cómodos. - A lo mejor su precio era inviable.
Respiro hondo y procuro no pensarlo más. Es hora de pagar y la cola llega hasta el mismo infierno. Nos vamos turnando por aquello de echar un último vistazo a todas esas cosas innecesarias que ponen cerca de las cajas para que te lleves un buen truño a casa con la satisfacción de que te ha costado 2 euros.
Me río a carcajadas con algunos de esos truños: bolas de navidad con calvas en la purpurina, espumillones del día en que nací yo, ambientadores de pachuli que ni Pachuli los pondría en su casa... ¿realmente alguien pica en estas cosas? porque si está puesto a la venta en un expositor con situación privilegiada y no lo han tirado a la basura tal cual, ¡es porque tiene su público! Ay Paca, qué poco sabemos de marketing...
Sin embargo, de pronto...
¿Qué es eso a lo lejos?
Parecen los-MIS ZAPATOS!!
No puede ser. Calma, calma. No te hagas falsas esperanzas. Recuerda que tienen que cumplir los 3 mandamientos:
- Son un 37: gracias Señor por menguarme el pie medio centímetro cada año. A este paso mis tachines de gheisa entrarán en muchos de los tesoros que Estefanía C2T pone a la venta en su blog.

- A pesar de la cuña altita, resultan tan cómodos como unas zapatillas de andar por casa.

- ¡Santo varón! cuestan 130 machacantes ¡normal que patidifusa los dejara antes de pagar!

La Reina me seca el sudor, esta odisea acaba conmigo y sabe que estoy a un paso de sacar el ventolín del bolso cuando pronuncia esa frase de madre que tanto se agradece: "espera que nos toque y preguntamos porque seguro que tienen descuento"...
¡Qué minutos más largos la Virgen! Había dedicado una hora a esos malditos divinos chapines de rubíes, acosando a su casi dueña, aún exponiéndome a pena de cárcel fijo. Y allí estaba. Sólo me separaba de ellos el "maldito parné, que por su curpita me hice gitana sin saber porqué".
- Disculpe señorita, ¿nos puede decir en cuánto se quedan estos zapatos? - como comprenderéis no fui yo quien hizo la pregunta. Bastante tenía con pincharme insulina en el ombligo con el subidón que llevaba.
- Están al 70% (guiño, guiño)
- ¡Póngamelos para regalo! - sentenció la más grande España.
Ahí perdí el conocimiento y ya no recuerdo nada más salvo que cuando desperté, la Reina se estaba probando MI TESORO mientras susurraba: si no despierta del coma, ¡me los quedo!










Hermanas Bolena... el diseñador es Vince Camuto que para una it girl como yo fue lo mismo que leer "Enjuto Mojamuto". Sin embargo, este señor con un parecido razonable a Julio Anguita, parece que tiene solera y ha calzado a más de una celeb, a parte de mí claro jajajajajaja... ¡que tengáis un día estupendo!







  • Love
  • Save
    5 loves
    Add a blog to Bloglovin’
    Enter the full blog address (e.g. https://www.fashionsquad.com)
    We're working on your request. This will take just a minute...