Party-Fiesta

Los buenos momentos son para compartirlos con los amigos, esos amigos que están a tu lado cuando las cosas no van bien, cuando las cosas van regular y cuando no te pueden ir mejor. Siempre dicen que los amigos los puedes contar con los dedos de una mano, a pesar de eso, algunas veces te sientes manco. Las celebraciones sin excusa, las cenas porque sí, las copas de vino a media tarde… son los momentos perfectos para recuperar o reencontrar aquellas historias que dejaste atrás en alguna discoteca en plena etapa universitaria. De un tiempo para aquí he notado que mi ritmo alocado ha ido descendiendo sin apenas poder plantearme el motivo, por lo cual, como gran profesional de las locuras y las noches que mejor borrar, me he decidido a regresar a esas etapas en las que un fin de semana sin resaca es como un jardín sin flores, un mar sin olas o un Whisky cortito sin Estela Reynolds. Toca descubrir nuevos locales, encontrar nuevos compañeros de botella y cantar canciones que antes ni me sonaban. La finalidad es perder el norte y no llevar brújula, ya que en ocasiones, dejar atrás la moral y la norma puede resultar lo más útil para el reencuentro personal.

Un beso de esos,

Marc