Reseña: Juego de tronos - George R. R. Martin
Se acerca el invierno, reza el lema de los Stark de Invernalia. En Poniente, las estaciones duran décadas, y a un largo y cálido verano, le sigue el invierno más frío y cruel...
Eddard Stark, señor del Norte, ha sido llamado por su viejo amigo Robert Baratheon, rey de los Siete Reinos, para otorgarle el dudoso honor de ser su consejero personal, la Mano del Rey, un puesto de gran poder y reconocimiento, pero cargado de responsabilidades y peligros. Ned tendrá que abandonar Invernalia, su hogar, a su familia, y acompañar a su Rey a la Corte, donde Ned tratará de mantenerse fiel a su honor mientras se adentra en una enrevesada red de mentiras, secretos e intrigas palaciegas que le conducen hacia una terrible verdad que pone en peligro su vida y la de todos sus seres queridos, y quebrar la frágil paz en los Siete Reinos, abocándolos a una guerra. Y mientras las casas nobles conspiran por hacerse con el Trono de Hierro, las criaturas de leyenda que hasta el momento existían sólo en los cuentos de terror cobran vida más allá del Muro, con sólo la Guardia de la Noche para proteger los reinos del imparable y mortal avance del invierno.
No sólo en el continente de Poniente existen amenazadas a la paz: más allá del Mar Angosto, la única superviviente de la dinastía Targaryen, la joven Daenerys, entregada en matrimonio al poderoso guerrero Khal Drogo, sueña con reunir un ejército con el que reconquistar los Siete Reinos que le pertenecen por derecho de sangre.
La semilla de la discordia comienza a brotar, la guerra está a punto de estallar, y el invierno se acerca...
Juego de Tronos, a priori, no se diferencia en demasía de otras tantas de fantasía histórica que hayamos podido leer: un mundo pseudomedieval, rastros de magia, ciertas criaturas míticas, casas nobiliarias con amistades o enemistades, en continua pugna por el poder, batallas con caballería, justas, amor cortés... Pero hay pequeñas cosas que hacen que el universo de Canción de hielo y fuego sea distinto. Primero que nada, el mundo en sí: su magnitud es apabullante, con una geografía cuadísima, cientos de miles de historias que desarrollar, tradiciones, historia propia, culturas distintas en coexistencia... Es absolutamente increíble. Si os decía hace meses que el mundo de Kvothe me parecía impresionante... éste le da mil vueltas. No sé como lo ha logrado el autor, pero no es que cree un mundo, un reino, no, crea un universo entero lleno de matices, lugares, personajes, criaturas, regiones y culturas, muy verosímil y semejante a nuestro mundo unos siglos atrás, pero al mismo tiempo único y puramente fantástico. Hay detalles que nos recuerdan irremediablemente a la literatura trovadoresca del amor cortés, a la Europa medieval de los reinos de fronteras cambiantes y poderes en guerra, a paisajes y culturas antiguas de nuestro pasado, pero es parte de la gracia de la novela, y en ningún momento da la sensación de que el autor esté, por ejemplo, "copiando" a los guerreros mongoles de Gengis Khan para idear a sus jinetes Dothrakis, aunque el guiño es evidente. Un universo creado con preciosismo, en que más que leer, nos vemos completamente inmersos.
Eddard Stark, señor del Norte, ha sido llamado por su viejo amigo Robert Baratheon, rey de los Siete Reinos, para otorgarle el dudoso honor de ser su consejero personal, la Mano del Rey, un puesto de gran poder y reconocimiento, pero cargado de responsabilidades y peligros. Ned tendrá que abandonar Invernalia, su hogar, a su familia, y acompañar a su Rey a la Corte, donde Ned tratará de mantenerse fiel a su honor mientras se adentra en una enrevesada red de mentiras, secretos e intrigas palaciegas que le conducen hacia una terrible verdad que pone en peligro su vida y la de todos sus seres queridos, y quebrar la frágil paz en los Siete Reinos, abocándolos a una guerra. Y mientras las casas nobles conspiran por hacerse con el Trono de Hierro, las criaturas de leyenda que hasta el momento existían sólo en los cuentos de terror cobran vida más allá del Muro, con sólo la Guardia de la Noche para proteger los reinos del imparable y mortal avance del invierno.
No sólo en el continente de Poniente existen amenazadas a la paz: más allá del Mar Angosto, la única superviviente de la dinastía Targaryen, la joven Daenerys, entregada en matrimonio al poderoso guerrero Khal Drogo, sueña con reunir un ejército con el que reconquistar los Siete Reinos que le pertenecen por derecho de sangre.
La semilla de la discordia comienza a brotar, la guerra está a punto de estallar, y el invierno se acerca...
-Permíteme que te de un consejo, bastardo -dijo Tyrion-. Nunca olvides qué eres, porque desde luego el mundo no lo va a olvidar. Conviértelo en tu mejor arma, así nunca será tu punto débil. Úsalo como armadura y nadie podrá utilizarlo para herirte.Sé por qué estáis aquí, por qué os interesa esta reseña, por la misma razón que me condujo a leer los libros a mí: por la maravillosa, gloriosa y espectacular serie de HBO que adapta a la pequeña pantalla la saga de George R. R. Martin. Yo soy de esas profanas que han necesitado la aparición de la serie para conocer la existencia de los libros... pero no por ello he disfrutado menos de ésta novela de la que hoy os hablo.
Juego de Tronos, a priori, no se diferencia en demasía de otras tantas de fantasía histórica que hayamos podido leer: un mundo pseudomedieval, rastros de magia, ciertas criaturas míticas, casas nobiliarias con amistades o enemistades, en continua pugna por el poder, batallas con caballería, justas, amor cortés... Pero hay pequeñas cosas que hacen que el universo de Canción de hielo y fuego sea distinto. Primero que nada, el mundo en sí: su magnitud es apabullante, con una geografía cuadísima, cientos de miles de historias que desarrollar, tradiciones, historia propia, culturas distintas en coexistencia... Es absolutamente increíble. Si os decía hace meses que el mundo de Kvothe me parecía impresionante... éste le da mil vueltas. No sé como lo ha logrado el autor, pero no es que cree un mundo, un reino, no, crea un universo entero lleno de matices, lugares, personajes, criaturas, regiones y culturas, muy verosímil y semejante a nuestro mundo unos siglos atrás, pero al mismo tiempo único y puramente fantástico. Hay detalles que nos recuerdan irremediablemente a la literatura trovadoresca del amor cortés, a la Europa medieval de los reinos de fronteras cambiantes y poderes en guerra, a paisajes y culturas antiguas de nuestro pasado, pero es parte de la gracia de la novela, y en ningún momento da la sensación de que el autor esté, por ejemplo, "copiando" a los guerreros mongoles de Gengis Khan para idear a sus jinetes Dothrakis, aunque el guiño es evidente. Un universo creado con preciosismo, en que más que leer, nos vemos completamente inmersos.
Detalladísimo mapa del mundo de Canción de hielo y fuego obra de Hielo y Fuego Wiki.
No creáis que ésta es una novela al uso, en la que conocemos la historia a través de los ojos de un personaje o de un narrador omnisciente centrado en él. No. Ésta es una gloriosa novela río, con decenas, cientos de personajes, todos unidos entre sí por el odio y el amor, la venganza y la lealtad; su número va creciendo conforme avanza la historia, y todos tienen una pequeña porción de protagonismo. Conoceremos las desventuras de Jon Nieve, bastardo de Eddard Stark, como hermano negro en la Guardia de la Noche; seguiremos a la incorformista Arya Stark en su cruzada por aprender a valerse por sí misma con una espada y no limitarse al futuro de coser y parir hijos que les reserva la Corte a la mujeres; aprenderemos lecciones de hijoputismo y maldad constructiva de Tyron Lannister, gran enemigo de los Stark y la oveja negra de la casa más poderosa de los Siete Reinos, enano, mujeriego, bebedor y con tendencia a meterse en líos por su descarnada sinceridad; y también cabalgaremos por las llanuras dothrakis con Daenerys, apenas una niña y ya esposa de un hermoso bárbaro, y con el fuego del dragón en su sangre que le impulsa a luchar por recuperar los reinos de sus antepasados. Y os he hablado de estos cuatro porque son mis preferidos, pero hay muchísimos más, muchííííííííísimos más. Y todos ellos, perfilados hasta el más mínimo detalle, ninguno dejará indiferente al lector, todos, hasta el que pueda parecer más secundario en primer momento, merecerán ser amados (Tyrion), odiados (Sansa) o como mínimo, despertarán un interés insano (Lord Varys).
«Ya no quedan héroes. La vida no es una canción, querida. Algún día lo descubrirás, y será doloroso. En la vida real, los monstruos vencen.»Reinas pálidas con secretos mortales, caballeros honorables capaces de matar por los suyos, herederos codiciosos y vengativos, asesinos a sueldo vendiéndose por unas monedas en cualquier oscura cantina, bastardos con el mundo no a sus pies sino pendiendo sobre su cabeza, princesas perdidas más valientes que cualquier hombre, enanos con ingenio prodigioso y más carisma que una estrella de Hollywood, todo un elenco maravilloso que cobra vida ante tus ojos.... y en que no podemos calificar a ningún personaje como bueno o malo. En las malas novelas, los malos son requetemalos y los buenos son auténticos santos, pero como Canción de hielo y fuego es una novela buenísima y fiel a la naturaleza humana, todos los personajes son capaces de sacrificarse por quienes aman y por su honor, pero a la vez de aplastar a sus enemigos, ser más viles que una serpiente y maquinar para conseguir sus fines.
Y tendremos la oportunidad de conocerlos a todos por la particular forma de escribir de George R. R. Martin: en Juego de Tronos cada capítulo lo narra un personaje distinto, desde su punto de vista, y no hay ni rastro de narradores omniscientes, así que muchos acontecimientos los leeremos de refilón, a través de los ojos de un solo personaje. El estilo de George R. R. Martin es sencillo, descriptivo y muy ágil, engancha desde la primera página hasta la última.
-Si muero, llora por mí -pidió Tyrion a la prostituta.
-¿Cómo sabrás si lloro o no? Estarás muerto.
-Lo sabré.
-Te creo.
El único fallo que le veo a la novela es la presentación. La abundancia de páginas asusta mucho, más aún si compramos la edición de bolsillo, donde cada tomo está dividido en dos minilibros; el tipo de letra es minúsculo y un poquito incómodo; y las portadas... en fin, bastante duras, áridas, centradas más en lo "épico" de la novela que en su profundidad de la misma, que en principio pueden resultar poco atractivas para los que no somos muy fan de la literaria fantástica épica. La última de aquí encima, incluye una sobrecubierta bonita bajo la cual se adivina de nuevo el dibujo perfectamente realizado pero poco bonito, a mi parecer, de Corominas. Esa última portada, por cierto, pertenece a la edición especial que cuesta la friolera de 36 €, y que ya tengo en mi wishlist.
Pero bueno, todo merece la pena con tal de pasearnos por el mundo de Canción de Hielo y Fuego, que no tiene nada que envidiar a la Tierra Media. Yo os digo que querréis quedaros. Que suerte que la saga tiene cuatro libros publicados y algunos más en proceso de hornear... y qué pena que el autor, conocido por su pachorra tranquilidad a la hora de escribir y publicar, no sólo se tome con caaaaaaalmaaaaaa la creación de sus obras por las que los fans se desesperan, sino que ha llegado a amenazar a los más insistentes que cuando le apremien para que publique Winds of Winter, matará a otro Stark. Mejor callarse pues, y esperar mano sobre mano... Suerte que me quedan cuatro libros (más de 4000 páginas) todavía por delante para disfrutar de esta increíble historia.
Pero bueno, todo merece la pena con tal de pasearnos por el mundo de Canción de Hielo y Fuego, que no tiene nada que envidiar a la Tierra Media. Yo os digo que querréis quedaros. Que suerte que la saga tiene cuatro libros publicados y algunos más en proceso de hornear... y qué pena que el autor, conocido por su pachorra tranquilidad a la hora de escribir y publicar, no sólo se tome con caaaaaaalmaaaaaa la creación de sus obras por las que los fans se desesperan, sino que ha llegado a amenazar a los más insistentes que cuando le apremien para que publique Winds of Winter, matará a otro Stark. Mejor callarse pues, y esperar mano sobre mano... Suerte que me quedan cuatro libros (más de 4000 páginas) todavía por delante para disfrutar de esta increíble historia.
-Soy el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que despierta a los durmientes, el escudo que defiende los reinos de los hombres. Entrego mi vida y mi honor a la Guardia de la Noche, durante esta noche y todas las que estén por venir.PD. Canción de hielo y fuego será una heptalogía, compuesta por cinco libros ya publicados y traducidos al castellano (Juego de Tronos, Choque de Reyes, Tormenta de Espadas, Festín de Cuervos y Danza de Dragones) y dos más de los que sólo se conoce el título, el atractivo The Winds of Winter (Vientos de Invierno) y el ñoño A Dream of Spring (Sueño de Primavera, ¿en serio?).
Juego de Tronos (2 vols.) - George R. R. Martin Editorial Gigamesh 400 432 páginas ISBN: 9788496208919
PD. Esta reseña, como os habréis dado cuenta los que seguís Antes de Leer desde hace tiempo, es un remake de una reseña del año pasado, y sí, he releído Juego de Tronos, ahora sabréis por qué. Hace poco más de un año, en octubre en 2012, leí esta novela en plenos exámenes... y la leí mal, rápido y a saltos. Además, al tiempo que la leía estaba viendo la serie, así que no me enganchaba. Me enteré de la lectura pero no tanto como esta historia merecía, y no continúe leyendo los libros porque tenía pendiente una relectura de éste. Por eso, he reescrito la reseña y he sustituido la nueva por la antigua (ésta me gusta mucho más).
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