Foto vía Google, casi no he tenido narices de sacar la cámara
A veces, por mucho que veas las cosas, las imagines o te las expliquen, jamás puedes llegar a pensar que llega hasta tal extremo. Parece que cosas así, no deban existir
Un señor indio que tenia plaza en primera nos explicó, que los tickets que habíamos comprado eran para Jaipur, pero para ir de pie durante las 5 horas del trayecto
Ríete tu luego de la
Renfe y sus condiciones
Estuvo con nosotras hasta que apareció el revisor y nos confirmó, que debíamos estar de pie y que no había plazas disponibles en ninguna de las otras categorías
5 horas de pie, cargadas con las mochilas, sin tener donde apoyarse ni sentarse y con los lavabos alrededor que creo, no necesito explicar su olor…
Dicen que la India te cambia la vida, por lo espiritual, por lo que ves, por la restrospección… no llevaba ni 24 horas y me había conocido más a mi misma que en 37 años de mi vida, tenía unos límites y aquello me superaba
Dos estaciones más tarde nos bajábamos del tren, teníamos más de cinco horas por delante hasta que llegara el nuestro
En aquella estación, creo jamás habían visto un turista, y probablemente, mucho menos dos turistas y mujeres ataviadas con sus mochilas esperando interminables horas sentadas
No sabíamos si pasear o sentarnos, porque cada cosa que hacíamos cientos de miradas nos perseguían
La gente esperaba a los trenes sentados en las mismas vías del tren mientras jugaban a las cartas, pareciendo no temer a ser arrasados por ellos
Intentamos comprar comida para ir comiendo algo, pero todo lo envasado estaba caducado
Teníamos una botella de agua envasada comprada en Delhi, pero allí no había ni un solo lavabo, y beber sabiendo que hasta dentro de 5 horas mínimo no podríamos encontrar uno, era demasiado
Por suerte, no se atrevieron a asaltarnos a preguntas y rodearnos hasta la última hora. Cada vez que se hacía un corrillo alrededor nuestro y nos asaltaban a preguntas, temblaba
Ni que decir que todo eran hombres, muchos, en un país donde la mujer pinta bien poco
Se me pasó absolutamente de todo por la cabeza y no veía el momento en que llegara el tren y me “salvara” de esa situación tan violenta
Poco antes de que llegara además, una nube de mosquitos se depositó sobre mi cabeza, y allá donde me movía allí que me perseguía
Sí, me reí por la situación, pero en el fondo estaba angustiada pensando que alguno de los muchos que había, podía picarme
En un país donde existe la malaria y el dengue, una picadura de mosquito debe evitarse a toda costa
Continuará…
Por cierto ¿Os apetece relate el viaje?