El estereotipo “beauty blogger”
Cuando empecé el blog, incluso antes, juzgaba mucho a todo este montón de gente famosa del internet que compartía datos irrelevantes de su vida tipo viajes, problemas personales, ropa nueva o la manicure del día. Fama en internet es como ser millonario en el Monopoly, una fantasía que te permite alimentar el ego por un rato, después se desvanece.
Siempre me he sentido conflictuada con el ego, con la exhibición y la autoreferencia. Simplemente es algo con lo que todavía no me siento cómoda y muchas veces entro en crisis en que quiero cerrar mi blog y desaparecer del mapa. No lo he hecho porque verdaderamente disfruto esto y mi mente se acostumbró a pensar en contenido, que muchas veces no termina siendo publicado.
¿Para ser beauty blogger hay que cumplir con ciertos requisitos, o no? ¿Hay que ser bonita para hablar con autoridad? El estereotipo de la beauty blogger gringa tipo barbie con extensiones y toneladas de maquillaje es algo que jamás he visto en la “escena” chilena y ese rasgo narcisista, autoreferente por suerte escasa. Al principio no estaba tan segura si quería ser parte de esta comunidad, no me sentía identificada y gran parte era por prejuicios. Hoy que conozco a gran cantidad puedo decir que me equivoqué.Existe de todo; están las modelos, las maquilladoras, las periodistas, las universitarias, otras más underground. Unas más creíbles que otras, pero eso se lo dejo a ustedes.
Lo bueno de este puñado es que somos súper variadas, aunque –lamentablemente- no siempre lo pueden notar las lectoras. Si tuviera que hacer una autocrítica es que estamos estoy muy preocupada de lo que alguien pueda opinar, sobretodo la gente que me conoce “en la vida real” ¿Porqué? Porque estoy segura de que nadie, nunca, se imaginó que yo iba a terminar hablando de estos temas. Aquí entraré en ese terreno personal que no me hace sentir tan cómoda, pero fui criada por mi padre, sin hermanos ni hermanas, siempre he sido de tener más amigos hombres, por lo tanto el mundo femenino fue algo lejano que fui descubriendo de a poco. Todavía siento que soy una observadora y me siento súper cómoda al respecto, incluso lo considero una ventaja. Jamás ha sido trauma.
Mi papa es cineasta y el resto de mi familia siempre ha estado en el mundo creativo entonces el maquillaje siempre lo consideré una expresión más de creación. Como dije en mi foto #Takeanhonestselfie, para mi la belleza está en el mensaje, es tu forma de expresión. La honestidad no va si te pusiste corrector o no…no dejas de ser honesta por ponerte pestañas postizas. Ojalá no sientas culpa por maquillarte, incluso espero que si no te maquillas, no te sientas presionada a hacerlo… haz lo que tu sientas correcto para enfrentarte con el mundo y que nadie te haga sentir incómoda con tus decisiones. No es una superficialidad si tu utilizas tu cuerpo como una herramienta de comunicación.
Siempre he sentido el miedo de que mis conocidos, porque mis cercanos me conocen bien, juzguen este blog como mi lado (oculto) rosado. De alguna forma lo es, pero para mi existe un proceso de creación, como también de comunicación que me parece más potente de lo que aparenta ser. Todavía no me siento cómoda con que hablar de superficialidades se haya tomado una gran porción de mi tiempo, pero aquí estoy…. Pretendo de que esto es un poco más importante de lo que es, porque ¿quién sabe? Quizás tuviste un día de mierda y para relajarte lees este blog y se te olvida que tu jefe es un saco de pelotas. Con eso estoy pagada.
Esta historia del estereotipo de una beauty blogger, o lo que yo pensaba que podía pensar la gente de mi siendo una beauty blogger, resultó ser nada que ver. Dentro de este ramillete me he encontrado con niñas igual de apasionadas que yo que construyeron su blog con los mismos miedos. Nunca lo pensé pero terminé siendo amiga de la Elena de QueAndaiBonita que tenía todos los ingredientes para ser una mina que yo detestara. Ahora la amo.
Todas hacemos esto por que realmente nos gusta. Requiere una gran cantidad de trabajo, horas sacando fotos, editar, contestar comentarios, correos, etc. Obviamente existe el lado bonito de los regalos y los eventos, pero personalmente no me siento cómoda en la escenita ni tampoco me peleo por salir en las sociales de una revista. Mi único interés en tener un blog es generar contenido que a ti te sirva para que tu presupuesto de 10 lucas mensuales para hacerte un regalito, sean bien gastadas. Todo el glamour y el ego se lo dejo a mi metáfora del monopoly… es una fantasía.
