I don't need a Valentine, I need a Valentino

El título lo leí ayer en Instagram y no he podido resistirme a escribir sobre ello. Y es que no necesito un "San Valentín", necesito un Valentino. Y elevo a la categoría de necesidad mi pasión por esta marca porque si cuando el Gran Jefe (Valentino) la comandaba, yo ya era fiel admiradora, ahora, con María y Paolo, mi admiración se convierte en necesidad. ¿La diferencia? La admiración es aspiracional mientras que la necesidad es materializable.

El pasado mes de enero presentaron su colección de Alta Costura, haciendo un guiño a Shakespeare, inspirados en las pinturas del bieloruso, Marc Chagall y en "El Infierno" de Dante, la primera de las tres cánticas de La Divina Comedia.
No es la primera vez que estos dos diseñadores se inspiran en diferentes artes para crear sus colecciones, y ésta no iba a ser menos. Tul, terciopelo, encaje, y un claro protagonista, el romanticismo. En palabras de María Chiuri, "En cierta forma, vuelas cuando estás enamorado", y nos hicieron volar:

¡FELIZ SAN VALENTINO!