Toda la luz que puede tener Paris se cuela entre las ventanas de este céntrico apartamento duplex en la capital francesa. Con toda la estructura a la vista, los rincones decorados por su propietaria, la interiorista
Sarah Lavoine, son una sucesión de claroscuros en los que destacan los muebles, que contrastan con las paredes negras o blancas, o bien los detalles, que resalen sobre los revestimientos oscuros, como sucede en la cocina.
Me parece particularmente interesante este mix de mobiliario del siglo XX, aderezado con arte aquí y allá y lleno de decisiones rotundas (¿Qué tal ese dormitorio con paredes negras? Inspirador, ¿verdad?)
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