Prueba de amor (Porque yo lo valgo... y tú sin enterarte)

Describirme a estas alturas no me parece lo más adecuado, además, creo que no sabría hacerlo, pero voy a dar un detalle muy significativo para poneros en situación con respecto a la entrada de hoy, NO ME GUSTA EL HEAVY, NO LO SOPORRRRRRRRRRRRRRRTO, mis amigas dicen que soy una pija y creo que tiene razón... dicho esto voy a relatar el regalito de aniversario para mi maridito del alma querida.

Hace unos meses oí en prensa que ACDC llegaba a España en sendos conciertos, uno en Sevilla y otro en Bilbao, evidentemente, conociéndome como me conozco y con las discusiones constantes con mi marido, hice una mueca de espanto y pensé... QUÉ HORROR, AC DC, DEBE SER MENUDO ESPECTÁCULO, TODOS HACIENDO CUERNOS, JAJAJJAJA, no me meto yo allí ni loca.

Pues como por la boca muere el pez... hace una semana volví a oir la noticia y ahora no tuve más remedio que recordar que mi marido sería feliz viendo tamaño espectáculo y como estos últimos meses no han sido fáciles para ninguno de los dos... TACHÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁAN!!!! LE HE PREPARADO LA SORPRESA DEL SIGLOOOOOOOOOO!!!!!!

Os cuento el plan:

Sábado 26 de Junio de 2010.- Mujer espantada por la que le viene encima coge a su marido que está que no se entera de nada de la emoción, lo monta en el AVE, ella con él y tirando "pa" Sevilla, Llegaremos a media mañana, hotelito de 4 estrellas con muy buena pinta, me imagino que sexo, sexo y más sexo (el sacrificio que voy a hacer lo merece) y visita a Sevilla. Al final de la tarde iremos al Estadio Olímpico y la mujer espantada se colocará sus tapones en los oídos, se sentará en la Tribuna (porque ya os he dicho que soy muuuuuuuuuuuuuy pija y las entradas son guays) y disfrutará de ver a su marido como macarra que lleva el diablo (alma cándida) rodeada de heavys, pelos largos y cuernos, eso sí, prometo llevar mi polo Ralph Laurent, para no perder identidad, jajjajajjja. Si sobrevivimos... disfrutaremos la noche sevillana y al llegar al hotel... jajajjjaj, qué listas y listos sois... sexo, sexo y más sexo, lo habéis adivinado.

En fín, que no creo que mi marido vuelva a dudar nunca que le adoro, que me muero por él y que ACDC no harán ruido en comparación a lo que será esa habitación del hotel sevillano, que no sé los años que no pasamos una noche sin niños, "ojú, que me acaloro".