Oir, con otra voz que no es la tuya, las palabras que definen como te sientes, es reconfortante.
Escuchar a esa persona decir que sabe qué hacer para que todo empiece a funcionar después de tanto tiempo de desconcierto, es mágico.
Siento que no desfallecer al buscar ha merecido la pena, que he hecho un buen trabajo.
Hoy he conseguido que mi bolso pese menos y me he comprado un abrigo
oversize, bicolor y difícil, pero no imposible, que es como lo veo yo todo ahora; algo abstracto, informe pero emocionante, ligero, con textura de franela templada y posibilidades infinitas.