BLACK MIRROR

Resulta que encontrar el tiempo suficiente para sentarte delante del televisor a ver algo … es complicado. Aquellos que tengáis hijos seguramente me estáis entendiendo a la perfección. Pero esa búsqueda tiene sus frutos, y yo he tenido mis dos horas este sábado. Y en vez de usarlas para tirarme en el sofá, las he usado para tragarme los tres capítulos seguidos de Black Mirror, tirado en el sofá.
El himno nacional, 15 millones de méritos, y Toda tu historia.
Spoilers modo: ON
Digamos que a ratos ha sido mucho más de lo que me esperaba, que a otros es totalmente predecible, que la estética es maravillosa, que he echado en falta una Banda Sonora (porque si la tiene, yo no la he oído), que hay que verla, que es una paja mental de tres pares de pelotas, pero es una paja mental fundamental.
Black Mirror te hace pensar.

El primer capítulo es brutal, punto. Y es que no nos vamos a engañar, en los tiempos que corren … o mucho me equivoco o yo sería el primero que estaría con twitter dándole al dedo y con la tele puesta. Sin duda es el que más me ha impactado. Ver en los comentarios que aparecían en la serie de twitter, comentarios que veo en mi día a día, llenos de humor negro, llenos de mala baba, … esos que leo día tras día y que me sacan la sonrisa.
Me hizo especial gracia uno “Pobre cerdo, va a pillar el SIDA” … es tan twitter.
Me encantó que durante el “polvete” se dedicaran a poner las caras de la gente, gente agolpada delante de la pantalla en sus trabajos, gente reunida en pubs, gente en sus sofás sin pestañear, y es que amigos … son un poema. Un poema que lo dice todo, porque sin ver ... yo estaba viendo.
Y el final, ese “un año después” … es TAN BUENO … que el comentario de “la performance está siendo catalogada de obra maestra” es …. GENIAL.

El segundo capítulo, es el que menos me ha gustado … pese que su estética es buenísima, que los “cacharritos” que sacan son geniales, esa invasión de publicidad, meternos por los ojos que necesitamos ese algo, el creerte alguien en ese 2.0 y ser nada en el 1.0, que se vitoree la decisión de un jurado con lágrimas de cocodrilo que te condena a ser un cacho de carne, y que tu lo aceptas como si nada, porque es GUAY.
Presenta un mundo que no acabo muy bien de entender, no sé dónde encajarlo, cuándo se entra ahí, cuándo se sale, porqué se entra, etc … eso me ha fallado.
Lento en algunos momentos, demasiado, con final predecible.

Y por último el tercero, INCREIBLE. No sé si quiero un grano de esos o no. Pero la forma en la que presentan el puto grano de los huevos es brutal. Nada de aburrirte, pim pam pum y ya sabes cómo funciona y para qué sirve. Y ya al grano: ¿el día a día? Y es más cierto que la hostia, putos celos que ya nunca más van a ser “sensaciones tuyas, cari” … ¡¡¡es que se puede ver y comprobar!!! Y es TAN peligroso.
Que todo el capítulo se base en la relación de los protagonistas, las pedazo de casas que salen y esos coches antiguos, esas reacciones de comerte el coco visionando una y otra vez las imágenes (soy carne de hacer eso), que den una pincelada que incluso hay tráfico ilegal de granos de arroz para que extraños vean tu vida, que dejes al niño con el canguro y puedas ver lo que ha sucedido, que no hay barreras en un control de aeropuerto ya que ven lo que has hecho … es todo SENSACIONAL.
Y ese final …… POR FAVOR …… Ese visionado de lo que fue, BÁRBARO.
De TODA la serie, si me tengo que decantar por un trozo que me haya dejado con la boca abierta, el polvo que echan en este último capítulo sería sin duda mi elegido. Y es que …… en fin … con la boca abierta.


Nota: 9/10


Por cierto … parece que se está grabando la segunda parte, otros tres capítulos… a ver si no defraudan.