Creo que es un color sobrio y natural, que me recuerda al vino tinto y a las hojas de algunos árboles cuando llega el otoño. Un tono versátil con el que se pueden vestir hombres, mujeres y sus hogares. Como ya habréis visto mucho en este blog, para vestir tanto en mi día a día como en ocasiones especiales, recurro mucho al Marsala, ya que siempre es una apuesta segura para dar con looks sofisticados.
Los decoradores de Westwing me preguntaron para su newsletter si incluiría este color en la decoración de mi casa. Les expliqué que mi casa está decorada con un estilo moderno en blanco, negro y gris, por lo que el Marsala no combinaría demasiado bien. No obstante, el tono marsala me parece muy apropiado para vestir una mesa elegante y clásica, como las que prepara mi madre con su vajilla Toile de Jouy en ese color. Si mi casa tuviese un estilo clásico o vintage, mezclaría el marsala con ornamentos metalizados y estampados florales para dar un toque más fresco y actual.