Tanto a Ramón como a mi nos apetecía un cambio de aires, alojarnos en un sitio apartado y tranquilo donde poder disfrutar del paisaje y de la naturaleza; pero que a su vez nos permitiera coger el coche y visitar algunos rincones de Galicia. Y A Torre de Laxe nos pareció el sitio perfecto, ya que se encuentra en la aldea de Laxe, a de 60 km de la ciudad de La Coruña y, a de 65 km de Santiago de Compostela. Ambas ciudades las visitamos en este viaje, así como otros pueblos y playas y sitios interesantes que os contaremos en nuestro siguiente post.
La finca de A Torre de Laxe consta de una casa catalogada como Patrimonio, construida en 1934 y restaurada en 2010, dos casas de aldea del siglo XVIII y un precioso y amplio salón para celebración de bodas y eventos. El hotel rústico, al igual que el resto de las casas, está decorado a partir de mobiliario restaurado, y cada habitación es diferente. En la finca también hay casas rurales de alquiler, perfectas para alojarse en familia o con amigos.
El comedor y el salón común con chimenea se encuentran en la planta baja, donde se sirven desayunos y cenas. El desayuno fue de lo que más nos gustó, con pastelería casera y mermeladas de elaboración propia.
Una de las mejores cosas de la finca son sus increíbles vistas, ya que A Torre de Laxe se encuentra situada en lo alto del valle, desde donde se puede contemplar el mar de Soesto y de la Ría de Laxe, así como los pueblecitos de la costa.
Las instalaciones de la A Torre de Laxe están ubicadas en una finca de unos 13.000m2 rodeada de bosque, montañas e impresionantes vistas. En la finca hay una zona de árboles centenarios que se entrelazan y crean un pequeño bosque encantado con figuran y animales de madera. En otra localización de la finca hay una zona ajardinada, llena de color para disfrutar de largos paseos.
Fotografías por: Colubi Light Photo
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