DECORACIÓN | Pintura, mesillas y lámpara para Bárbara...


Retomamos una semana más el asesoramiento online de Bárbara con un nuevo capítulo. Los que nos leéis con frecuencia recordaréis que comenzamos por realizar varias propuestas de papel pintado en este post (click).
Muchos de vosotros dejasteis vuestro voto en forma de comentario y una vez analizadas las distintas opciones, Bárbara se decantó por el gran favorito:





Una semana más tarde, hicimos lo propio con la elección de su cabecero. Con 5 preciosas opciones, a cual más bonita, en este post (click) hubo una disparidad de opiniones enorme. Sin embargo, nuestra clienta lo tuvo claro. Su elección sería esta:




Una vez decididos el papel y el cabecero, ahora toca proponer las tres opciones de color para la pared principal del dormitorio, paralela a la pared del salón que irá empapelada.
Recalco el hecho de que sea "paralela" puesto que con la puerta del dormitorio abierta, se verán ambas paredes a la vez, la que irá con papel en un primer plano y la que irá con pintura, en un segundo plano al fondo.
Es por ello fundamental, tener muy en cuenta 2 factores:
- Los tonos del estampado. - El color de la tela del cabecero.
Yo lo tengo claro y mi propuesta es la siguiente:




1.- Si lo que queremos es un color pastel, debemos recurrir a un tono nude que hemos denominado "ballet" o bien optar por un "agua", lo que viene siendo una especie de blanco manchado con un mint grisáceo.
2.- Por supuesto el color "topo" no puede faltar entre nuestras opciones. Sin embargo, en caso de ser el elegido, debe estar más subido de tono que los otros dos colores, para destacar sobre la tonalidad del cabecero.
¿Qué tenemos en cuenta para acertar con el tono?

Aquí van algunas recomendaciones:

a.- Fundamental tener el papel en la mano. Los tres rollos que hemos necesitado, ya están en nuestro estudio esperando que su dueña pase a buscarlos.
b.- Haber comprado el cabecero. No es necesario que esté montado pero al menos sí poder sacar de la caja una esquina para comprobar en qué gama nos movemos frento al tejido de lino.
c.- Con la carta de colores en la mano contrastamos papel-cabecero, cabecero-papel y elegimos al menos 2 o 3 muestras que posteriormente compraremos en tamaño mini para hacer pruebas reales sobre la pared.
d.- Evita el "ingenio" del pintor. Huye de frases tipo "este color te lo saco yo a base de tinte". Tiene un 10% de probabilidades de acertar, no obstante, si confías en él, que haga una poca cantidad de mezcla, que pinte un trocito pequeño de pared y una vez seco, decide tú misma si Picasso ha dado en el clavo o mejor "tiramos" de carta por si las moscas.
e.- Ojo que las "cartas de colores" no son la panacea ni mucho menos. Para empezar, porque están impresas en papel, no en yeso. Si te gusta muchísimo un tono, elige una versión más clara, aunque parezca casi blanca, y una un poquito más oscura. Después de muchos años dedicándome al interiorismo y las reformas, todavía yo misma me sorprendo.
f.- Lo dicho. Elige sobre pared. No importa gastarse 20 o 30 € más en muestras con tal de no llevarse un chasco con la pared termina. Si no tienes prisa, puedes esperar un día a que sequen. Si no es el caso, enchufa el secador y en 10 minutos tendrás el color definitivo frente a tus ojos sin arriesgar.

Una vez resuelta la pintura, el papel y el cabecero, sólo queda la parte más divertida y fácil. Por orden de prioridad, debes elegir mesillas y lámpara.
Con respecto a las primeras, busca una pareja que sea similar en formas y acabado pero de distintos tamaños para romper con una simetría aburrida. Sin duda en ambos casos, busca un estilo romático en madera lacada blanca para no introducir más colores en la habitación a parte de la pintura, el cabecero y el suelo con el que ya cuenta la habitación:






Respecto a la lámpara de techo, ya sabéis que yo no soy muy amiga de los puntos de luz únicos y en el centro. Pero como en este caso no se trata de una reforma sino de redecorar con las bases que tenemos, al menos elegiremos una lámpara que nos enamore y que tenga mínimo 4-5 bombillas para no quedarse corta en su función.
Seguro que viendo el papel, el cabecero y las mesillas elegidos, todos tenemos en mente una linda lámpara de cristales. Es justo lo que necesita nuestra "composición":





Recomendaciones:
1.- Antes de ir de tiendas en busca de tu lámpara perfecta, apunta la altura de la habitación y anota un dato importante: ¿queda encima de la cama o no?
Parece una tontería, pero si la lámpara queda sobre la cama, la altura libre que deje "el descuelgue" no molestará el paso, mientras que si queda sobre el suelo, sí.
2.- No tengas en cuenta las cadenas o cables puesto que tu electricista o la persona que vaya a colocarla puede adaptar y cortar parte o toda la longitud necesaria para que quede a ras de techo.
3.- Como referencia, ningura lámpara debería tener su punto más bajo por debajo de los 1,90 metros, de modo que si cuentas con una altura de 2,30 m, por ejemplo, tienes opción de buscar lámparas entre 30 y 40 cm como máximo.



Hermanas Bolena... y hasta aquí, el capítulo de hoy. Próximamente, más.





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