ZOE + RAFA
Aunque sea con muchos meses de retraso, hoy por fin puedo compartir con vosotros todos los detalles de la boda en Valencia de mis queridos Zoe y Rafa. Una boda muy muy especial para mí porque fue la única que organicé en 2014. El nacimiento de Mateo me pilló en plena temporada alta nupcial y la verdad es que me daba miedo no saber cómo estaría de fuerzas en los últimos meses de embarazo y los primeros con Mateo entre nosotros. Por eso, dije que no a varias bodas chulísimas de parejas encantadoras. Pero un buen día conocí a Zoe. Llegó con esos ojazos suyos, su perpetua sonrisa y una fecha que me hizo dudar: 4 de octubre. Empecé a hacer cálculos. Para entonces Mateo ya tendría casi 4 meses. Había bastante tiempo por delante para la organización y para dejarlo todo muy atado antes del parto. Además, teníamos todas las ganas del mundo de hacer algo bonito juntas así que… ¡Manos a la obra!
Los primeros meses fueron toda una aventura. Yo embarazada de pocas semanas, cayéndome de sueño por las esquinas, con una obra en marcha y una mudanza por delante. ¡Casi nada! Menos mal que Zoe es una todo terreno y fuimos sacando ratos para nuestras reuniones. Así, pasito a paso, todo fue tomando forma. Primero diseñamos las invitaciones (que ya os enseñé AQUÍ). Algo sencillo pero con encanto; con la madera, la música y los vinilos antiguos como principales protagonistas. Estos tres elementos mantuvieron también su importancia en la decoración del resto de boda junto a los suaves colores empolvados, algunas pinceladas vintage y las míticas letras de scrabble.
Para la ceremonia preparamos parasoles de papel de arroz para proteger a los invitados del solazo (¡Qué suerte tuvimos con eso, por cierto!), montamos varias filas de balas de paja cubiertas por encaje, una mesa de ceremonias de madera y dos grandes copas mint bien cargadas de flores y con el frente decorado por una corona de hojas de eucalipto. Para los novios,padres y padrinos, nuestras adoradas sillas Tolix. En dos de ellas, dos vinilos antigüos reconvertidos en carteles de “Mr” y “Mrs” marcaban los sitios de los grandes protagonistas.
Después del emocionante “Sí, quiero” de la lluvia de confetti, pasamos al cocktail. Allí, cervezas bien frías, todo tipo de delicias saladas y una barra de limonadas presidida por las letras luminosas que el propio Rafa construyó desde cero durante los meses previos a la boda. Os prometo que cuando me dijo que él las haría, nunca NUNCA imaginé que le fueran a quedar TAN bien. ¡Y eso que él no es carpintero sino abogado! Eres la pera, Rafa. LA PERA.
Para el seating utilizamos tres puertas antiguas que rescatamos de un derribo el verano anterior. Las limpiamos a conciencia, quitamos bisagras, clavos y astillas y las convertimos en un parabán. Sobre ellas, pegamos vinilos reales comprados en el rastro indicando la mesa correspondiente a cada uno de los invitados. Ya en la zona de la comida, combinamos mesas redondas con largas y divertidísimas mesas imperiales. Como centros de mesa, botes y botellas de cristal pintado con flores, tapetes de hilo, troncos de madera y minicuencos con deliciosos marshmallows de colores. Completaban el conjunto los meseros realizados con fichas de scrabble sobre una base de tela arpillera enmarcada.
Pasando ya al momento de la fiesta, creamos varios rincones para que los invitados disfrutaran a tope del resto del día y de la noche. Transformamos el seating en un divertido photobooth junto al que instalamos la mesa de firmas. Preparamos una zona de relax ( ¡Con cama incluida!), un coqueto cigars corner y una candy bar para los más golosos. Y, cuando los pies cansados necesitaron un respiro, tanto chicos como chicas pudieron echar mano de las zapatillas más molonas y así aguantar bailando y bailando hasta las tantas de la noche. ¡Damos fe de que como wedding planners nunca habíamos organizado una boda de día en la que la fiesta aguantase viva tantísimas horas!
Como creo que ya me he enrollado demasiado y supongo que ya estaréis deseando que me deje de tanto rollo, os dejo ya con las fotos para que podáis ver cómo quedó todo. Espero que el resultado os guste tanto como a nosotros. Gracias, Zoe y Rafa, por haber confiado en el equipo de Macarena Gea; bodas y algo más para acompañaros en una aventura tan genial y, sobre todo, por haberos convertido en unos amigos de los buenos. Ya sabéis que os queremos hasta el infinito y más allá. Gracias también a La Tartana, Catering Cinco, Lázaro Aznar, Kenay Home, Real Fábrica, EcoDeco Mobiliario, Miss Wood, Project Party Studio, Majoses y todos los que hicisteis posible este día tan especial. ¡Un besazo enorme y feliz viernes!
fotografía: Lázaro Aznar Macarena Gea
