Basado en hechos reales: Se te pasa el arroz

Son cerca de las diez de la noche, he terminado de entrenar y me he dado una duchita con agua helada. Cojo lo primero que pillo del armario y salgo corriendo porque mis amigas me esperan. Cuando llego al bar, Carol y Laura, están esperándome en la mesa con una botella de vino. Laura tiene que contarnos algo.
- Chicas, por fin estamos las tres y puedo contarnos algo. Algo que no me atrevía a hacer y por fin he dado el paso. - ¿Has dejado a tu novio? Ella se ríe pensando que se lo he dicho en broma. Cada vez llevo peor lo de que la gente no entienda mi humor, con lo que me gusta la ironía. Pero joder, esta vez no era ironía, esta vez se lo preguntaba en serio. - ¿Cómo voy a dejar a mi novio si llevamos diez años juntos? Lo que quería contaros es que: ¡Me caso! Porque después de diez años, es lo que nos toca. Y vosotras deberías espabilar porque se os pasa el arroz. - ¿Qué arroz? Si ni esta ni yo cocinamos...
¿¿?¿?¿?¿?¿?¿QUÉ SE NOS PASA EL ARROZ?¿?¿?¿?¿?¿?? ¡¡¡Pero qué cojones!!!

El arroz se te pasa cuando te conformas con lo que tienes porque no eres valiente, el arroz se te pasa cuando te casas porque es lo que toca, el arroz se te pasa cuando en la barriga lo único que tienes son rugidos de hambre, el arroz se te pasa cuando se os acaba la magia, el arroz se te pasa cuando se olvidan los pequeños detalles, el arroz se te pasa cuando la piel solo se te eriza por el frío, el arroz se te pasa cuando estás por estar, el arroz se te pasa cuando no eres capaz de romper con el pasado, el arroz se te pasa cuando tú decides... Porque el arroz no se te pasa si te han temblado las piernas, por unas escaleras, al ver a alguien que te gustaba y te has caído de boca mientras a tu alrededor volaban miles de palomitas que acababas de comprar, porque no se te pasa cuando vomitas mariposas, porque no se te pasa cuando piensas en alguien y se te estremecen hasta las entrañas, porque no se te pasa cuando te habla y te pones rojo, porque no se te pasa cuando tienes ganas de comerte el mundo y no dejar ni para compartir, porque no se te pasa cuando oyes su voz por teléfono y sonríes, porque no se te pasa cuando llegas a tu casa y sigues flotando porque estás pletórico, porque no se te pasa cuando piensas que este es tu momento y tienes que vivirlo, porque no se te pasa cuando alguien te acaricia las rodillas y se te erizan hasta las pestañas...
No dejes que se te pase el arroz. No elijas ser un rissotto (aunque esté muy bueno) mientras puedas ser el arroz recién echado a una olla en el punto de ebullición...