Voy bastante liada con el trabajo y sin apenas tiempo para poder entrar a actualizar el blog, así como visitar los vuestros, que supongo que habrán retomado la normalidad después del descanso de veraniego. No me gusta dejar de publicar por tanto tiempo, pero cuando las cosas se complican no queda otra, así que poco a poco iré poniéndome al día y mostrando las recetas que tengo pendientes de ver la luz.
Ésta en concreto la preparé hace unos días con unos higos que nos regalaron nuestros queridos amigos José María y Cuqui y que recogimos en el terreno donde tienen su huerta, de donde además, nos vinimos cargados con unos estupendos tomates, calabacines y berenjenas. Como me despiste pasará la temporada de higos frescos, así que no quiero retrasar por más tiempo su publicación. Se trata de una sencilla y a la vez deliciosa tosta de higos con queso fresco y rúcula, que en sí no tiene mucho de particular, salvo por la deliciosa vinagreta con jengibre que la acompaña y porque me parece ideal para disfrutar de un entrante rico o bien para una cena ligera. Se prepara en un momento y te puede sacar de un apuro cuando no tienes ganas de complicarte la vida en la cocina.