ANTHONY #TÓMAME

De vez en cuando no viene mal aparcar al niño e irse de novios. Y bueno, pues eso ... que lo hicimos.

Donosti es un sitio al que apetece volver. Paseo, unos pintxos, unos vinos, y ya estaba liada.
Nos sorprendió como con el tiempo, lo que antes era una bola explosiva de frutos del mar con salsa tibia de tres cocciones al susto de calamar, se ha convertido en una triste croqueta de txipirones en su tinta. Y es que, o yo me estoy volviendo un sibarita, o donosti está bajando el nivel de los pintxos (no su precio)

Puntos gastronómicos a parte, nosotros habíamos ido para ver a Anthony and the Johnsons en concierto. Bien, a los Johnsons no los vimos por ningún sitio.

La primera vez que vi al señor Hegarty era joven e inocente, yo por supuesto. Estaba en el pueblo, Londres, y en un entorno MARAVILLOSO. El Royal Albert Hall. Yo iba a ver a Goldfrapp, pero antes salió a tocar sólo, con su piano, un falete al uso, con un rollo que no entendí. Y yo que no le conocía de absolutamente nada, me enamoré de esa voz. La puta voz.

Con el tiempo he ido devorando sus discos, "usándolos" para cerrar los ojos, y sin entender muchas veces lo que dice, sabiendo perfectamente a dónde me quiere llevar.

Pues bien, ahí estábamos sentados, y la cosa empezó en silencio. Un kursaal en el que no se oía ni una mosca. Maravilloso.
Digamos que el concierto fue lo que iba a esperando.
Sonaron todos los temas que tenían que sonar.
Disfrutamos de él a solas con su piano.
Estuvimos a punto de cortarnos las venas cuando soltó un speech de casi diez minutos.

La orquesta que le acompañó, Et Incarnatus, tocan de forma sobresaliente, a pesar de la parada a la que se vieron obligados porque Anthony decidió que algo no sonaba como tenía que hacerlo.

Con todo ello digamos que algo no me sentó del todo bien, y creo que fue la mezcla de ambos. No hablo de que la compenetración no fuera brillante. Hablo de que los dos por separado bien, los dos juntos, eran dos gallos en el mismo gallinero, o eso me pareció a mí. Vamos, que tenía el recuerdo de aquel concierto de él con su piano, y esto me sorprendió.

Nota: 8,9 (por joder)
Spotify

Con el permiso de koala, sentado a nuestro lado :), (al que me presentaron en el BBK y estuve dudando bastante tiempo si molestar o no, al final fue NO), tomo prestado este video.